Tinelli sabe la importancia que tiene la Liga de las Américas y después de la Copa en 2014, quiere la de básquet. En un mano a mano con Olé, agrega: Buscaremos organizar el Final Four.
Sufre, camina, se tapa la cara, grita, enfurece con cada cobro de los árbitros y hasta grita al compás de la hinchada. Marcelo Tinelli (57 años) es uno más en el mundo San Lorenzo, pero nunca pasa desapercibido. El showman y el hombre más fuerte de la dirigencia en el básquet, habló mano a mano con Olé después de la gran clasificación del Ciclón al Final Four de la Liga de las Américas: “Se vivió de una manera terrible, yo sabía que sería duro, pero se sufrió mucho. Encima fue todo más lindo porque desde el aspecto organizativo salió todo espectacular”.
-¿Qué importancia tiene el haber avanzado a la instancia final?
-Muchísima porque nos jugábamos todo. Desde la organización, la ilusión de la gente, y el convivir con la espina clavada de la Liga de las Américas pasada cuando perdimos en Puerto Rico. Ese día sufrí mucho por la televisión porque fue tremendo.
-Hablabas de la organización, ¿estuvo a la altura San Lorenzo en este cuadrangular semifinal?
-Sí, sin dudas. FIBA se llevó una buena impresión de todo lo que pasó en estos días y lo estuve hablando con el comisionado técnico que se asombraba del profesionalismo con el que trabajó San Lorenzo. Ahora tenemos la ilusión y buscaremos organizar el Final Four. Ya estamos trabajando en esa posibilidad. En la semana vamos a presentar una oferta y un proyecto para quedarnos con las finales, y sé que se habló del Luna Park porque es mucho más grande y podría ir más gente. A mí me encanta el Polideportivo Roberto Pando, pero veremos qué pasa en los próximos días. No queríamos trabajar antes en esto porque después te terminás quedando afuera y no podés hacer nada.
-¿Le ves techo a este equipo?
-Creo que cuando uno tiene sueños siente que no hay techo. El de San Lorenzo es el cielo porque desde que estamos en el club que veo ganas y hambre, nunca bajan los brazos. Se armó un grupo espectacular, un cuerpo técnico ejemplar, un plantel maravilloso que transpira la camiseta como ninguno y con emblemas que ya se metieron en el corazón de la gente. Todo el que viene a San Lorenzo se contagia y eso me llena de orgullo, es algo espectacular y por eso siempre vamos por más.
-¿Por qué lo vivís tan intensamente?
-Porque el básquet es maravilloso. Mi viejo siempre me hablaba de La Catedral (NdeR: por el equipo de San Lorenzo de las décadas del 60’ y 70’), y yo quise vivir eso. Sería cumplir un sueño personal el ganar la Liga de las Américas, porque en 2014 se me dio con el fútbol, pero ahora queremos la otra Libertadores, la del básquet. El partido con Mogi fue bien copero porque son un gran equipo y encima brasileños. Tengo una anécdota con lo de la Copa porque cuando ganamos el primer torneo local en 2013, con la atajada de Torrico en la cancha de Vélez, en la cena del festejo le dije a Pizzi que íbamos por la Libertadores. Después llegó Bauza y la ganamos. Con el básquet fue igual porque Lamas ganó la Liga, le dije lo mismo y ahora con Gonzalo (García) ojalá se nos dé.
-¿Cuál es la receta de San Lorenzo?
-Que quiere ganar siempre, es un equipo que convive con presión por ser grandes, pero una presión hermosa. Me pasó con Joel Anthony que me dijo que nunca había salido de la NBA, pero le interesó el proyecto. Cuando vio la hinchada y la pasión, se dio cuenta.