Taco Pozo. El acto es parte de lo ordenado en la sentencia del Juez Lineras tras analizar el Habeas Corpus que fue tramitado por las abogadas Adriana y Fiorella De Langhe. Sucedió el viernes, lo que convirtió el hecho en una jornada trascendental. El acto de reparación simbólica responde a uno de los hechos de violencia institucional más graves en la historia reciente del pueblo, y de la provincia. El Gobierno provincial, espacialmente invitado, no participó.

El centro del conflicto fue la detención irregular de una médica cordobesa, integrante de la Asociación «Todo por Todos», retenida por el entonces comisario Daniel Melchiori mientras desarrollaba tareas solidarias en zonas rurales del norte chaqueño. La reacción social, el repudio generalizado y la denuncia penal contra Melchiori terminaron por marginarlo de la fuerza: hace más de un mes fue separado de su cargo al frente de la comisaría local.
Con la vuelta de los médicos a Taco Pozo, la comunidad recupera un derecho fundamental que es el acceso a la salud sin miedo, y la confirmación de que abusos así no tienen lugar.
El acto realizado, que es parte de lo ordenado en la sentencia de Lineras, un juez que además es docente universitario de de DDHH, simboliza un paso adelante en la reconstrucción de la confianza y el compromiso con la defensa de los derechos elementales y en particular los humanos que desde el 94 forman parte del bloque de constitucionalidad federal.
Con este acto, organizado por el gobierno de Carlos Ibáñez, el pueblo acompaña a los médicos y a sus familias, celebrando el retorno de quienes nunca debieron dejar de atender, al resguardo de las garantías judiciales que aseguran condiciones seguras y dignas para su tarea. El abrazo entre el intendente y la presidente de la Asociación «Todo por Todos» es mucho más que un simbolismo, fue un reconocimiento meritorio al trabajo social, comunitario y humanístico de los médicos.

En la ceremonia estuvieron presentes autoridades municipales, referentes del poder judicial y vecinos, en una jornada que reafirmó la memoria colectiva y la decisión de no permitir que estos abusos se repitan. Los médicos de la asociación, que arribaron ese viernes para retomar su labor en departamentos rurales, se quedarán varios días brindando atención médica a quienes más lo necesitan.
Lo que sucedió el viernes en Taco Pozo es una señal clara respecto al respeto a la dignidad humana, donde queda marcado que la búsqueda permanente de hacer respetar derechos elementales y la solidaridad gana espacio ante los abusos.
hay si se quiere un fuerte mensaje de la comunidad civil chaqueña hacia los vestigios de setentismo verticalista que existe aún en el Estado, como sucede con la Policía de manera institucional, no se tolera la violencia institucional y se apuesta a la justicia, la reparación y la esperanza, es lo que se rescata también de las expresiones que se dieron en el acto mismo, y que fue anticipado a LT16 por la abogada Adriana De Langhe.
