Sáenz Peña. El piquetero salió a la calle a manifestarse. Lo hizo por plena calle 12. El fiscal de turno sólo pidió que se haga un acta. La Policía no se atrevió a detenerlo por violar el decreto nacional. Controles solo para algunos.
El gobierno provincial, a través del decreto 488/20 y ratificado por el decreto 534/20, ordenó que los reclamos sociales deben realizarse en plataformas digitales del Ejecutivo chaqueño “para garantizar la expresión de las demandas”.
Pasadas las 9:30, en el centro de la ciudad se vio un grupo de personas movilizándose las que eran lideradas por el responsable del MIJD, el piquetero Raúl Castells. El grupo portaba banderas y se movilizó desde calle 12 y 9 del centro hacia el cardinal norte.
Personal de la Comisaría 1ª activó el protocolo para la detención de los manifestantes, algo que finalmente no sucedió, primero porque la Policía no se animó a detener al revoltoso piquetero y segundo porque el fiscal de turno se lavo las manos.
Algunos sectores quisieron avivar la movida señalando que era en contra del gobierno provincial, y hasta remarcaron que los manifestantes intentaban dejar algo de distancia entre ellos. Pero lo cierto es que se incumplió con todas las indicaciones sanitarias en el marco de la pandemia.
Castells violó el aislamiento social, y lo más llamativo es la exposición de niños en la movilización, pero ni la UPI, ni el Juzgado del Menor, ni Derechos Humanos, ni nadie de forma institucional se hicieron eco de eso. Castells ganó otra vez. El piquetero forajido maltratador de personas de su mismo movimiento hizo lo que quiso ante los ojos de todos.