Buenos Aires. En el gabinete económico debaten alternativas para reducir la brecha entre la divisa de atesoramiento y la que se opera en la Bolsa.
En intensas reuniones, durante todo el fin de semana, el presidente Alberto Fernández analizó con el gabinete económico qué hacer con el dólar, en todas sus variantes, con el objetivo de frenar la permanente pérdida de reservas del Banco Central, por un lado, y por otro, reducir la brecha cambiaria sin apelar a una devaluación brusca ni al desdoblamiento cambiario (aunque en los hechos ya existe).
En este contexto, el equipo económico analiza herramientas para avanzar en dos frentes: bajar la cotización del “contado con liqui” y encarecer el “dólar ahorro”, según trascendió. Todo esto para lograr los dos objetivos de reducir la brecha cambiaria y sostener las reservas del Banco Central.
Es sabido que desde el Gobierno admiten que «es un problema» la gran cantidad de personas que, mes a mes, van en busca de su cupo de 200 dólares mensuales. Se calcula que en agosto, casi 5 millones de personas (diez veces más que en marzo) compraron dólar para atesorar o revender en el mercado paralelo para hacerse de una diferencia de más de un 30%.
En ese sentido, en la primera semana de septiembre, la sangría de reservas continuó, y el BCRA, sólo el 1 de este mes debió desprenderse de otros U$S241 millones.
Si bien a fines de agosto trascendió que el Gobierno estudiaba reducir el cupo de u$s 200 por mes, por el momento no se avanzará en esa línea. El ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó la continuidad de ese cupo U$S200, y dijo que el Gobierno buscará herramientas para estabilizar la brecha cambiaria.
Además, por estas horas, la opción de desdoblar formalmente el tipo de cambio también perdió terreno. De todos modos, en la actualizad ya existen distintos tipos de cambio en la Argentina.
“Es una incomodidad la brecha del dólar, tenemos problemas estructurales en el mercado de cambios. No nos encantan los controles cambiarios, pero tenemos que ir trabajando sobre esto”, sostuvo la viceministra de Hacienda, Cecilia Todesca.
Así, lo que el Gobierno estudia por estas horas es bajar la cotización del “contado con liqui” (el dólar que opera en la Bolsa), con los bonos que tienen en su poder tanto el Banco Central como la Anses. En ese sentido, el Banco Central podría operar esos bonos en el mercado secundario para satisfacer la demanda, y hacer bajar su precio.
Por otro lado, y en paralelo, habría un encarecimiento del dólar ahorro (o “solidario” o “turista”), con una mayor carga impositiva. No subirá el impuesto PAIS, del 30%, sino que se enviaría un proyecto de ley al Congreso, para apelar al anticipo del impuesto a las Ganancias, tal como ocurrió en 2014 y 2015, cuando la compra de dólares para atesorar y los gastos con tarjeta de crédito en dólares tenían un recargo que era tomado como un adelanto a cuenta de Ganancias.
En rigor, sería una recarga adicional al 30% del impuesto PAIS que se aplica sobre la cotización minorista. Lo que se pague se descontaría del impuesto al efectuar la declaración anual y no mes a mes. Quien compre dólares y no esté alcanzado por Ganancias, deberá tramitar la devolución ante la AFIP.
