Sáenz Peña. Sigue vigente la medida de fuerza llevada adelante por el gremio con el aval de la empresa prestataria. La empresa sostiene que no recauda el suficiente dinero y podrían complicarse los sueldos futuros, por ello insiste en que el Municipio subsidie un monto fijo. La Municipalidad sostiene que no cuenta con fondos.
Tras el recorte de subsidios al transporte por parte del Gobierno nacional, la única línea urbana en Sáenz Peña se vio afectada y los choferes iniciaron un paro que lleva 15 días, buscando que sea el Municipio quien ponga fondos para garantizar el sostenimiento de la empresa privada que tiene concesionado el servicio.
Desde el Municipio señalan que es un problema empresarial, ya que cualquier empresa tiene 2 choferes por unidad y la saenzpeñense tendría entre 4 y 5, lo que la vuelve deficitaria, además de la mala prestación del servicio que cuenta con años de quejas de los vecinos. La empresa San Roque tiene casi 50 choferes.
Miguel Villaba, delegado de la UTA en Sáenz Peña, planteó que el paro del transporte es perjudicial para los trabajadores saenzpeñenses que «están al día» con sus sueldos. «El paro es para nosotros, los de corta y media distancia, y se debe a que el Consejo Directivo de UTA estaba solicitando un aumento del 20% de los salarios y 16 mil en tres cuotas, pero no se llegó a un acuerdo”, explicó el gremialista, dejando claro que la pulseada es laboral y salarial.
Villalba admitió que “los trabajadores en Sáenz Peña estamos al día, pero nosotros tenemos que acatar, son las órdenes de UTA”.
Se supo que hace una semana, el intendente de Sáenz Peña Bruno Cipolini habló sobre el paro de choferes de la única línea de colectivos de la ciudad que se inició hace 15 días por el recorte de subsidios al transporte, y dijo que “como Municipio siempre se tiene la intención de que el servicio de transporte se preste de manera regular”. “Somos conscientes que de un tiempo a esta parte el servicio no ha sido prestado de la mejor manera”, opinó el jefe comunal saenzpeñense.
Sin embargo hoy el secretario de Gobierno Diego Landriscina salió en un medio radial y cargó duramente contra el empresario, que en esta cuestión juega pasivamente pero aprovecha para forzar que el Municipio ponga un dinero a modo de subsidio. «No manejamos recursos para otorgar una cifra fija como él pretende», dijo el funcionario que recordó que hay malestar y quejas de los vecinos por la mala prestación.
Según Landriscina el Municipio baraja la posibilidad de optar por un servicio de transporte propio, con minibuses que utilicen en vez de gasoil gas, lo que podría llevar a dar por caída la concesión a la empresa que ha monopolizado el servicio.
