Sáenz Peña. La presidente del Concejo ya no esconde sus aspiraciones, aunque ello la lleve a «romper» con muchos. Así lo da a conocer una nota de ChM que cita que la contadora desvelada por la intención, desde hace años, de ser diputada, hoy «consejos» mediante de su hijo (¿contratado en el Concejo?) ya habla en grupos íntimos del sillón de Benítez.
En la política hay muchas muestras de «hijos» que tienden a influenciar las decisiones de sus padres, y que desde ese rol, desapercibido para muchos, inquietante para otros, han potenciado su camino en ascenso siempre como «el hijo de». En la versión más deformada del Peronismo, el kircherismo metamórfico, muchas veces hemos leído de Máximo siempre fue considerado como «el que tiene el bastón en mano», y así lo decía su entorno desde su aparición en 2013, y aclaraban que «ejerce tras bastidores: Construye para otros». Otro «hijo de» que tuyo injerencia en la política fue Antoñito, quien no pudo evitar la caída de su padre que se fue en helicóptero del poder y sumió al pías en una terrible crisis. Algunos en nuestro terruño quieren parecérsele pero hay que advertir que, habida cuenta de lo conseguido tanto por Él como por Ella, ese aporte del hijo dio sus frutos, sin embargo entre nuestros vecinos a muchos les falta madurar y siguen en estado germinativo.
En Sáenz Peña algunos observan lo que ocurre hoy en el Concejo Municipal donde la presidente Nora Gauna enquistó a su hijo, sin mérito alguno más que ser «el hijo de», y le dio un papel incluso poco claro. Hoy no se sabe si el muchacho, con el único respaldo como el haber sido militante de Franja, es secretario privado, personal de gabinete, asesor, cadete, chofer, community manager, cebador de mates, o sostenedor de la cartera de la madre. Lo que si se sabe es que participa de las charlas de la legisladora local, y filtro en reuniones barriales.
El chico es quien alienta la idea de que la contadora ya no debería mirar el 2025 como posibilidad de seguir legislando pero en otra esfera (como el provincial), sino que es tiempo de plantearse si acaso no sería natural que quien preside el Concejo aspire al sillón de Benítez (la Intendencia). Algunas voces del circulo íntimo de los Gauna – Iturrospe aseguran que esas aspiraciones han llevado a «romper» relaciones con muchos.
Volviendo al muchacho «armador estratégico» aunque ese «talento armador» sea “mediocre”, de calidad media, de poco mérito, tirando a malo, como define la Real Academia Española, se dice que hace mucho ruido sus hobbies como el de «las pistas». En el seno del Radicalismo, que denuncia por doquier las inmoralidades del kirchnerismo (no solo nacional, sino provincial, guardando silencio en algunas relaciones saenzpeñense), genera molestias el que el inmaduro político en estado germinativo muestre sin tapujos y sin sonrojarse su participación activa, desde hace tiempo, en el deporte de los fierros.
¿Cuánto cuesta poner un karting, que te permita estar de medio pelotón hacia arriba, en pista por carrera? fue una consulta que este medio hizo a un periodista deportivo. «Entre el monoplaza, las cubiertas, el combustible, el asado para los muchachos, tenés que hablar de entre 800 mil pesos y 1 millón», fue la respuesta.
¿Y si querés correr en otra categoría, por ejemplo la mediana del zonal, como los Fiat 125? insistió nuestro medio. «Uhh, ahí se va mucho el presupuesto. Es todo un tema, pero tenés que contar con mínimo 2,5 millones de pesos por fecha», respondió el colega.
¿Si el joven es empleado de su mamá en el Concejo, tan bien gana salarialmente como para poder costear (más allá de si tiene sponsor, obvio) su hobbie fierrero? Su madre ha sido presidente del centenario partido radical, elegida por el dedo elector de los principales referentes, por tres periodos consecutivos. Es decir «Josito» la sombra de la contadora concejal mamó de cuna los estándares radicales y debería saber que «el Radicalismo es antes que nada un movimiento ético».
El cimiento del alfonsinismo, tantas veces citado por los radicales, indica que: la idea ética y moral no sólo se circunscribe al accionar político, hay en los radicales un «estilo» en su personalidad, en sus costumbres, en sus modos de actuar: la austeridad, la sobriedad, el permanecer un poco oculto de la publicidad, en su manera de hablar, su actitud de convencer…