25 noviembre, 2024

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La Iglesia marcó postura sobre el debate del aborto en el Tedum: «apostamos a que vivan las dos»

Buenos Aires. El cardenal utilizó palabras del papa Francisco en el tedeum del 25 de mayo para pronunciarse en contra del aborto. Dijo, además, que el egoísmo de los ricos ante el sufrimiento de los pobres no pasa inadvertida para Dios.

El cardenal Mario Poli recogió las palabras del papa Francisco en su homilía por los festejos del 25 de mayo y se pronunció en contra de la interrupción voluntaria del embarazo en momentos donde el Congreso argentino discute el tema.

Ante el presidente Mauricio Macri, la Primera Dama Juliana Awada, la vicepresidenta Gabriela Michetti, el Gabinete y las autoridades del Parlamento argentino, Poli recordó que el Santo Padreo pidió «defender apasionadamente del inocente que no ha nacido».

«Honrando los gestos de grandeza de los padres de la Patria, a quien hoy tenemos en la memoria agradecida, decimos que vale toda vida; y ante el bello e inefable don de la concepción, si la propuesta es optar por una u otra, en esta bendita tierra austral apostamos decididamente a que vivan las dos. Para dios no hay excluidos», aseguró.

Antes, dio definiciones globales sobre dificultades históricas que ha atravesado la Argentina durante sus más de 200 años de historia, muchas de las cuales tienen un anclaje directo con varios de los temas de la coyuntura actual.

Las frases más destacadas de la homilía de Mario Poli
«La indiferencia y el egoísmo de los ricos frente a la miseria de los pobres no pasa inadvertida ante los ojos de Dios».

«Dios está nombrado en el preámbulo de la Constitución, pero nos olvidamos que además existe y está siempre dispuesto a escucharnos cuando lo invocamos y a protegernos cuando lo necesitamos. Pero pareciera que lo dejamos al margen de nuestras decisiones».

«Un sabio estudioso del pasado de la humanidad aseguraba que en la Argentina que en la historia no dominan las fuerzas económicas, sino las espirituales. Humildemente adhiero a este pensamiento. De no ser así, nos costará mucho explicar cómo durante 200 años nuestro pueblo atravesó con paciencia y virtud laboriosa los momentos oscuros viviendo, conviviendo y no pocas veces sobreviviendo a períodos de confusión y ante el flagelo de la desocupación, dando lugar a los humillantes rostros de la indigencia en una tierra rica en recursos naturales».

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