30 octubre, 2024

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«No puedo imaginar el dolor de las familias»

Palabra autorizada si las hay, Manu Ginóbili no guardó silencio al ser consultado sobre el atentado que ocurrió ayer en Nueva York, en el que murieron ocho personas. Entre las víctimas estaban Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Hernán Ferruchi y Ariel Erlij, cinco argentinos que formaban parte de un grupo de diez que se encontraban en un viaje para celebrar los 30 años de su graduación del Instituto Politécnico de Rosario. A Manu lo afectó la noticia y dejó bien clara su posición.

“No puedo imaginar el dolor que estarán pasando sus familias. No los conocía (a los argentinos fallecidos), pero tampoco es necesario que sepa quiénes son. Eran argentinos, así como pudieron ser franceses, australianos o de cualquier otra nacionalidad. Pasaron por algo completamente desafortunado. Estaban paseando con sus amigos, disfrutando de un viaje que hicieron para divertirse, disfrutar la ciudad… y de pronto sucede algo así. Simplemente, es algo desconcertante”, expresó el escolta.

Manu no se quedó simplemente en el hecho y lo comparó con las otras circunstancias que ocurrieron en los tiempos recientes al manifestar: “Es algo que no se puede prevenir, no podés ser precavido. Vas a un concierto, como fue el caso de lo que ocurrió en Las Vegas, y de pronto las balas empiezan a llover desde el cielo. No podés vivir mirando hacia los costados, cuidando tu espalda porque no sabés si de golpe va a pasar algo loco, inesperado. Sabemos que las posibilidades de que te toque enfrentarte a algo así son escasas, pero, por supuesto, cuando le ocurre a alguien con quien te puedas identificar, te duele más”.

Finalmente, Ginóbili no dejó de lado lo sucedido y lo planteó respecto a su futuro inmediato, relacionándolo con su vida. “Estos hechos son muy difíciles de digerir, de por sí son difíciles de comprender, más bien inentendibles, y dolorosos para todos. Algo similar me pasó en Barcelona, había caminado por esas calles sólo tres días antes. Ahí es cuando empezás a pensar de manera diferente, a ver que las personas que sufrieron eso tuvieron muy mala suerte. Al menos por el momento, eso no cambió la forma en que disfruto las ciudades o me voy de vacaciones”, cerró.

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