28 marzo, 2024

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Por Pentecostés el Obispo realizó visitas pastorales a la zona norte

Castelli. En el marco de la Solemnidad de Pentecostés, la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña vivió varias celebraciones.

El obispo, Monseñor Hugo Barbaro, acompañó las actividades coordinadas por las parroquias de la zona norte de la diócesis: El sábado 8 de junio en la localidad de Juan José Castelli se realizó una Vigilia Juvenil de Pentecostés.

Estuvieron presentes fieles, sobre todo jóvenes de esa localidad y de localidades vecinas como Tres Isletas,Villa Río Bermejito y Miraflores.

Los sacerdotes, catequistas y animadores juveniles coordinaron actividades de animación, oración y formación. El obispo pudo acompañar el encuentro y presidir la Santa Misa.

En la homilía invitó a dar gracias al poder del Espíritu Santo, porque así los hijos de Dios pueden dar fruto. Esos buenos frutos consisten en practicar la caridad, la alegría, la paz, la paciencia, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y la templanza como lo describe muy bien San Pablo.

El domingo 9 de junio, monseñor Barbaro se dirigió a la comunidad San Rafael Arcángel de Miraflores. Los fieles pudieron mantener un encuentro con el obispo y hablaron sobre la labor pastoral que se vive en ese pueblo y la amplia zona rural que comprende más de 20 comunidades.

En la Misa el obispo reflexionó sobre el sentido de la Solemnidad de Pentecostés. Con la efusión del Espíritu Santo que se manifiesta, se da y se comunica como Persona divina. Con su venida, el Espíritu Santo, no cesa de entrar en el mundo y no regala sus dones para que podamos hacer mucho bien”.

Otra Visita Pastoral tuvo lugar en Villa Río Bermejito. La comunidad parroquial de San Antonio se encuentra en el marco de la novena a su Santo Patrono. Monseñor Barbaro se encontró con los fieles que comprenden la amplia parroquia y celebró la Santa Misa.

El obispo animó a los fieles a prepararse con dedicación para celebrar a su Patrono. También destacó que es providencial que en el marco de la novena puedan vivir con toda la Iglesia la fiesta del Espíritu Santo. Es la Tercera Persona de la Trinidad que ayuda a perseverar en la vida cristiana, que ayuda a los fieles a ser buenos hijos de Dios, y sobre todo, gracias al Espíritu Santo se puede invocar con confianza a Dios como Padre, participar de la gracia de Cristo y compartir un día la alegría de la vida eterna.

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