Resistencia. No fue directo, pero hablo de la falta de flujo en financiamiento, y aseguró que de haber existido con normalidad eso hubiera permitido garantizar la provisión del líquido elemento en calidad y cantidad.
“Si la obra del Segundo Acueducto hubiese contado con continuidad del financiamiento desde diciembre en que se paralizó y teniendo en cuenta el ritmo de obras previsto, seguramente el Segundo Acueducto del Interior hubiese estado terminado y en funcionamiento a mediados de 2017”, dijo el presidente de la empresa Claudio Wettstein.
Indicó que desde esa fecha la obra se encuentra funcionando parcialmente proveyendo agua mediante la red troncal compuesta por caños de 1200 milímetros de diámetro que une Barranqueras con Sáenz Peña, finalizada en noviembre de 2015 que a ese momento significaba un avance de la obra del 65%.
Sin mencionar que en 2015 se atrevieron a hacer un acto iaugural como si toda la obra estuviese culminada, Wettstein admitió que aún resta construir la toma, cañería para toma de agua cruda, plantas potabilizadoras y estaciones elevadoras.
También resta la finalización de “acueductos secundarios”, como el tramo Sáenz Peña General Pinedo, ejecución del tramo Avia Teri Los Frentones, y ejecución del tramo Sáenz Peña Tres Isletas.
Por supuesto Claudio Wettstein aseguró que el Gobierno de Peppo hizo gestiones incansables para reactivar la obra y que se firmaron varios acuerdos. Pero fue puntual en sostener que si «el financiamiento hubiese tenido continuidad» la obra «hubiese estado terminado y en funcionamiento a mediados de 2017”.
Fuente: Norte