Sáenz Peña. El obispo de la Diócesis de San Roque dejó para la comunidad de Sáenz Peña su mensaje de Navidad.
Recordó que “durante 2000 años María y José adoraban al niño Jesús recién nacido, la Virgen lo había recostado en un pesebre, en un humilde techadito rural donde se resguardaban los animales. De un modo milagroso el creador había actuado en la Virgen Santa María de modo que ese niño además del hijo de María era verdaderamente el Hijo de Dios, era Dios que venía a encontrarse con nosotros”, comenzó diciendo el Obispo de Sáenz Peña Hugo Barbaro.
Mencionó a unos pastores “gente sencilla y humilde recibieron el anuncio del impresionante suceso había nacido el Salvador y salieron al encuentro del niño Dios, llenos de alegría lo adoraron en oración”.
Pidió que en esta Navidad “recurrir a Dios que viene y quiere nacer en cada uno, nos acercamos con humildad abriendo las puertas de nuestro corazón para que Cristo entre, transforme nuestros pensamientos y deseos. Intentaremos que Dios sea el centro de nuestra vida”.
Se refirió a la carta del Papa Francisco “ha escrito una carta de Navidad reflexionando desde el pesebre, ayuda mucho meditarla despacio”, sugirió.
Dijo que “el Pesebre nos invita a centrar nuestros deseos en los verdaderos bienes, no son las cosas del mundo, estas pasan, desde el Pesebre Cristo nos mueve a vivir una vida nueva, la de hijos de Dios avanzando con alegría hacia la salvación eterna, que es lo que de verdad importa. Feliz Navidad para todos”, concluyó.