Buenos Aires. El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo que la Misa por la Paz celebrada en Luján «tomó un tono partidario», lo que consideró como un «extremo» y justificó su ausencia en la misma, pese a la convocatoria realizada por el oficialismo a dirigentes de la oposición.
«Tomó un tono partidario y ahora es la propia Iglesia la que está cuestionándolo, veía que un obispo pedía disculpas, haber politizado una misa es un extremo», aseguró el dirigente de Juntos por el Cambio.
En mayor detalle, el sábado pasado, el arzobispo Jorge Scheing ofició un encuentro religioso en la basílica de Luján, que en un principio se había pensado como una oportunidad para reunir a actores políticos y sociales de distintos orígenes. No obstante, y pese a que muchos dirigentes opositores fueron convocados, ninguno asistió a la misa.
En este sentido, Rodríguez Larreta advirtió que tras el atentado que la Vicepresidenta sufrió frente a su departamento en Recoleta se perdió «una posibilidad para llamar a la unidad de los argentinos» y criticó que luego del ataque «el presidente Alberto Fernández mostró vocación por partidizar el tema, echando culpas a la prensa, a la Justicia y a la oposición».
El jefe de gobierno porteño criticó la postura de Nación luego del atentado a Cristina Kirchner y advirtió: «Ahí muestra el daño que le hace la grieta a la Argentina».