Sáenz Peña. Qué fin persigue Franja Morada en las Universidades? Cómo deben congeniar sus actos y acciones sus militantes con la causa y la bandera? Acaso debe ser la agrupación política universitaria un trampolín para conseguir cargos públicos y estar en ambos veriles? Santiago Delgado es hoy centro de críticas de propios y extraños.
Fuertes críticas se posicionan hoy sobre quién es uno de los referentes de Franja Morada en la Universidad Chaqueña, en particular de los alumnos que en su momento votaron para obtener representantes.
«Representar» es ser imagen o símbolo de algo, o imitarlo perfectamente. Es decir, representar a un alumno es ser su imagen, su reflejo pero con fidelidad, llevar el mandato.
Franja Morada tiene como postulados levantar las banderas de la democracia, la igualdad y la justicia social, así como llevar adelante acciones por más y mejor educación pública, gratuita, libre y de excelencia. Históricamente desde su creación Franja, en todas las universidades, inspira la.persecusion de construir una Universidad abierta a todos, entendiendo que la educación es la herramienta igualadora de los pueblos.
Sin embargo, y en esto radica el malestar y el mal humor de alumnos universitarios, remarcando que el mandato que transfirieron detrás del voto se deformo y habría sido utilizado para la intención de aspiraciones políticas personales. Entonces hoy, ¿cuando se gestiona o se critica se lo hace respetando con fidelidad el «ser» imagen de quién se representa con mandato de voto, o se hace respondiendo al pedido de «patrones» ideológicos cómo si uno fuese una marioneta?
Santiago Delgado, secretario general de la Franja Morada de la universidad chaqueña, hoy cumple doble función, no definiendo su rol. Alumnos de distintas carreras ven con preocupación que la función de «representante» de los estudiantes se entremezcla con la de «representante» de actores de la política partidaria, lo que queda en evidencia en su rol de funcionario municipal (es subsecretario de Modernización del gobierno radical en la ciudad).
Los alumnos incluso cuestionan que Delgado está más compenetrado en hacer carrera política que en “representar a estudiantes” de manera real y cabal, sin dejar que sus ideas políticas partidarias se entremezclen realmente. La comunidad estudiantil de UNCAUS se plantea: ¿Si tenés un patrón político, o si alguien te da letra y hasta te financia para que hagas esto o lo otro, cómo haces para dejar de lado esa carga subjetiva en un ámbito donde debes «representar» a todos de forma horizontal? ¿Acaso un intendente va a un barrio y dice solo voy a hacer ripio para los que me votaron?
Estas preguntas lleva a muchos estudiantes interrogarse si la utilización de la Franja Morada fue por parte de Santiago Delgado como un trampolín solo para conseguir ser funcionario.
Acaso Delgado sepultó la visión y misión de este historico espacio de política universitaria, considerado por muchos a lo largo de tantos años como glorioso y honorable. Podrá Delgado, cuestionado hoy por el estudiante ( el que va a la universidad buscando formarse y no jugar a conseguir cargos), demostrarle a la comunidad estudiantil que su nuevo trabajo no limita sus capacidades para «representar» y que su «representación» es leal y sin «patrones» convirtiéndose en un simple amenuense.