Resistencia. El titular de la Fundación Ciudad Limpia, Carlos Alabe, viajó a Buenos Aires para acompañar a una familia chaqueña, cuya hija de un año y medio necesitaba un diagnóstico especializado por insuficiencia respiratoria. La situación se agravó al poco tiempo: mientras gestionaban la atención en el Hospital Garrahan, aparecieron otros tres casos graves de niños del Chaco que también esperaban respuesta.
«En cuestión de horas pasamos de un caso a cuatro. Hemos ayudado a más de un centenar de niños en este hospital, pero hoy los pedidos se multiplican y nuestras posibilidades no son infinitas. Necesitamos apoyo de nuestros funcionarios para organizar la ayuda y garantizar la atención de los casos más graves», señaló Alabe, con preocupación.
UNA DEMANDA QUE DESBORDA
Aunque la misión principal de Ciudad Limpia es el mantenimiento de la Casa Garrahan en el Chaco, la organización debió asumir un rol mucho más amplio. Familias desesperadas, que no encuentran respuestas en los organismos oficiales, recurren a la fundación para conseguir turnos, camas o gestiones urgentes en el hospital porteño.
CASA DE LOS CHAQUEÑOS EN BUENOS AIRES
Alabe insistió en la necesidad de generar un espacio propio en la Capital Federal, para asistir a los pacientes derivados desde el Chaco.
«Si tuviéramos la Casa de los chaqueños frente al Hospital Garrahan se resolverían muchos problemas. No siempre se trata de dinero, sino de gestiones que abran las puertas correctas. Lamentablemente, no recibimos respuesta para avanzar en este proyecto conjunto con el Estado», lamentó el presidente de Ciudad Limpia.
