12 diciembre, 2025

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Monseñor Hugo Nicolás Barbaro cumple 75 años y se abre el camino de su sucesión

Sáenz Peña. Desde el sitio de Facebook de la Diócesis San Roque destacaron la significativa fecha, pues la edad alcanzada dentro de la Iglesia Católica marca el momento en que los pastores presentan su renuncia al gobierno pastoral.

En uno de los posteos se menciona: «Agradecemos a Dios por la vida y el servicio pastoral de Monseñor Hugo Nicolás Bárbaro en sus 75 años. Damos gracias por su entrega, sabiduría y guía al frente de nuestra comunidad diocesana. Confiamos a nuestra patrona, la Inmaculada Concepción y San Roque su caminar».

Algunas horas más tarde, la cuenta oficial de la Diócesis reflexionó que «el obispo Monseñor Hugo Nicolás Barbaro cumple hoy viernes los 75 años, una edad significativa dentro de la Iglesia Católica por marcar el momento en que los pastores presentan su renuncia al gobierno pastoral, abriendo paso a un tiempo de reflexión, evaluación y gratitud por el camino recorrido».

Recordó que Monseñor es «nacido en 1950 y ordenado sacerdote para el Opus Dei el 15 de agosto de 1980 en el Santuario de Torreciudad, Monseñor Hugo Nicolás desarrolló su ministerio durante décadas hasta que, en 2008, el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo. Recibió la ordenación episcopal el 4 de julio de ese mismo año y, poco después, tomó posesión de la Diócesis de San Roque, a la que ha servido desde entonces».

«Por este motivo en las comunidades se reza agradeciendo por el servicio de Mons. Barbaro, pidiendo a Dios por su salud y ministerio. Ofreciendo el caminar de cada comunidad al corazón de la Virgen por el bien de toda la Iglesia. Seamos Peregrinos de Esperanza. Vivamos el Año Santo», finaliza la publicación.
Monseñor Barbaro dedicó 17 años a su misión pastoral de guiar a la Iglesia Diocesana en un territorio amplio como es el de San Roque, y durante todo ese tiempo, y así las comunidades y el clero lo atestigua, recorrió cada rincón cumpliendo con su entrega a la nuestra comunidad diocesana, sin descontar las incansables e innumerables gestiones para fortalecer algunos servicios y presencia, como también las incontables obras que la Iglesia lleva adelante.
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