Resistencia. Apuestan a la sanción de una ley para el sector que brinde reglas claras y previsibilidad. Dicen poder generar más de 2 millones de puestos de trabajo en el país.
El Movimiento Nacional Pyme (Monapy), una organización empresaria sin banderías partidarias, creció en los últimos años en la Argentina y tiene alrededor de 30.000 adherentes ya en todo el país. Como parte de ese proceso, se acaba de conformar su filial local, el Monapy Chaco. Su flamante comisión directiva expresó cuál es su objetivo central: «Seguir con nuestras empresas abiertas, sumar a la recuperación económica de la Argentina y continuar generando empleo genuino».
El Monapy tiene una conformación nacional que también es reciente, y viene mostrando un crecimiento veloz de su cantidad de adherentes. «Creemos que eso sucede porque los empresarios pyme del país vemos una necesidad cada vez mayor de participar del debate público y de influir en las políticas públicas, para que dejen de perjudicar a nuestro sector, que es el principal generador de puestos de trabajo», marcó Manuel S. Flores, el presidente del movimiento en el Chaco.
La comisión directiva de la organización a nivel provincial se completa con Florencia Muñoz Maidana como vice, y en otros cargos Juan Verdún, Claudia Bernardis, Matías Morante, Mariano Majul, María Georgina González, Facundo González Gorriarena y Carlos Alabe, entre otros. Un empresario pyme chaqueño, Maximiliano Pisetta, es vicepresidente del Monapy a nivel nacional.
Los representantes son, en su mayoría, empresarios que no tuvieron participación anterior en otras organizaciones y ahora sienten que la peor opción es observar pasivamente la evolución de la situación en la Argentina. «Estamos ante una encrucijada, es un momento muy difícil», explicó Flores.
Mencionaron un estudio del Observatorio de Pymes que confirma que las pequeñas y medianas empresas «son las mayores generadoras de empleo local y las que mayor aporte hacen el PBI nacional».
UN PROYECTO EN ESPERA
La conducción nacional del Monapy apuesta, principalmente, a que el Congreso se involucre de manera real, discuta y apruebe un amplio proyecto de ley presentado por el movimiento. La iniciativa contiene medidas que permitirían a las pymes tener aquello de lo que en el Argentina carecen desde hace décadas: reglas de juego claras, cargas fiscales razonables, nuevas condiciones de empleabilidad, incentivos en vez de una larga cadena de adversidades y obstáculos burocráticos.
«No pedimos que el Estado nos dé dinero, lo que pedimos es que nos permitan trabajar, hacer lo que cada empresario sabe hacer. Que nos permitan desarrollar nuestros emprendimientos, tomar más personal, invertir, hacer andar la economía», marcaron.
En relación con lo anterior, Flores destaca que «no solo que no pedimos asistencia económica del Estado, sino que ayudaríamos a que el Estado tenga finanzas más saludables. Porque si nos va bien a las pymes, el Estado recaudará más impuestos, sin necesidad de incrementarlos indefinidamente, y no tendría que asistir a tanta gente desocupada porque generaríamos empleo genuino. Nosotros estimamos que con un marco legal como el que proponemos, se podrían crear 2.100.000 puestos de trabajo en un año».
NECESIDAD DE CONSENSO
Algo en lo que los integrantes del Monapy ponen el acento es en su aspirción de que el proyecto de ley para las pymes sea votado en el Congreso «sin fracturas políticas. Queremos que la ley salga con un amplio consenso. No vemos motivo para que no lo haya para una norma que solo le va a traer beneficios al país».
El artículo del proyecto incluye también un capítulo dedicado al desendeudamiento de las empresas. «Las sucesivas crisis, la alteración constante de las reglas de todo tipo, el financiamiento usuario al que se nos condena, han dejado a muchas unidades con endeudamientos elevados. Tampoco en ese punto pedimos que se nos regale nada, pero sí pedimos razonabilidad», plantearon.
La cuestión fiscal es otro punto importante. «Soportamos una presión impositiva excesiva –dijo Flores-, incompatible con las condiciones totalmente adversas en las que las pymes tienen que subsistir. Reiteramos: bajar impuestos no significará para el Estado recaudar menos, porque si la medida es parte de un todo, de un marco integral de promoción de la actividad, los ingresos fiscales serán mucho mayores».
Un aspecto siempre polémico es el laboral. Flores dice que «es necesario terminar con la industria del juicio y adecuar la normativa a lo que ocurre en los países modernos. No significa darle la supremacía a ningún sector en particular, sino hacer que la generación de empleo no sea una potencial bomba de tiempo para una pyme. Y además hablamos de condiciones que regirían para los nuevos puestos de trabajo que se generen, no pretendemos una aplicación retroactiva sobre los empleos que ya existen».
Claudia Bernardi señaló que también se busca derribar «esa idea de que el empresario está en contra del crecimiento social, porque eso no es así, ni podría serlo, porque los empresarios necesitamos que a la sociedad le vaya bien, que mejore la capacidad de consumo, que haya un creciente bienestar. Es eso lo que queremos promover y afianzar».
LA MIRADA DE LA CLASE POLITICA
Los dirigentes del Monapy suponen que, en buena medida, la falta de apoyo desde los gobiernos a los empresarios pyme se debe a que tienen su mirada centrada en el Estado. «Es por eso que desde hace más de una década el empleo privado prácticamente no varía en volumen, mientras que el empleo público sí se incremento a pasos agigantados», señalaron.
En ese sentido, lamentaron que el virtual abandono estatal al empresariado pequeño y mediano resultó en el cierre de 40.000 pymes en los últimos años.
Carlos Alabe, arquitecto conocido por su labor de proyección social a través de Fundación Ciudad Limpia y Padres en la Ruta, mentor de la Casa Garrahan Chaco, dijo: «Soy parte de esto porque a los profesionales también nos importa que las pymes crezcan. Son ellas las que nos dan trabajo. Si a la ferretería le va bien, el dueño nos pide que diseñemos la ampliación de su local. Y esa obra da trabajo a albañiles, técnicos, corralones. Es un derrame que hay que incentivar», planteó.
Sobre el final, el grupo alentó a todos los empresarios pyme de la provincia a «involucrarse y participar, porque la verdad, aunque pueda parecer incómoda, es que quedándonos en nuestras casas no vamos a cambiar la realidad. Es un esfuerzo adicional, pero no tenemos más opción que hacerlo. Somos apartidarios, no militamos por nadie. Lo que queremos es salvar nuestros emprendimientos y seguir dando trabajo».
PARA QUIENES DESEEN CONTACTARSE
Quienes deseen contactarse con el Monapy Chaco pueden ingresar a la página web del Movimiento Nacional Pyme (www.monapy.com.ar), donde hay información sobre la entidad de nuestra provincia, o buscar Monapy Chaco en las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter). «Tenemos que unirnos, ser cada vez más, demostrar que somos un sector que importa y que no se resigna», resaltaron.