Panama. Llegó para encabezar la Jornada Mundial de la Juventud. También se refirió a la “plaga” de los femicidios.
En su primer mensaje al iniciar su visita a Panamá, Francisco planteó la intervención de la iglesia en la ola migratoria que arrastra a centroamericanos que golpean a las puertas de Estados Unidos, así como a cientos de miles de venezolanos asfixiados por el colapso económico.
“La iglesia, gracias a su universalidad, puede ofrecer esa hospitalidad fraterna y acogedora para que las comunidades de origen y las de destino dialoguen y contribuyan a superar miedos y recelos, y consoliden los lazos que las migraciones, en el imaginario colectivo, amenazan con romper”, sostuvo.
En un discurso ante los obispos centroamericanos, el jefe del Vaticano señaló que la iglesia debe “acoger, proteger, promover, e integrar” a los migrantes.
Sus palabras resuenan entre los muchos de los jóvenes que viajaron a Panamá para el encuentro de cinco días con el papa argentino, de 82 años.
“Si hay una persona que puede provocar un cambio” a favor de los migrantes “es él”, dijo el guatemalteco José Paz, de 20 años y cuya familia migró a Estados Unidos.
Y más en “este momento en el que todos estos temas están en auge, porque no hemos tenido dirección, no hemos tenido cómo enfrentarlos”, agregó.
“Una plaga contra las mujeres”
El papa también alertó sobre la “plaga” en la que se han convertido los feminicidios en el continente, donde unas 2.800 mujeres son asesinadas cada año según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Pero más que una plaga estos crímenes son “parte de la cultura altamente machista en la que se nos siente menos”, señaló a la AFP Fátima Meléndez, una salvadoreña de 18 años.
Esta estudiante de economía, que viajó exclusivamente para oír al papa, dijo que en su país las mujeres necesitan “paz en algo tan simple como salir a la calle”.
A los feminicidios se suma la acción de “bandas armadas y criminales”, el “tráfico de droga” y la “explotación sexual de menores y de no tan menores”, que agravan el éxodo de jóvenes, denunció el líder religioso.
Ante el reclamo de las “nuevas generaciones”, Francisco pidió mayor compromiso contra la corrupción política.
“Es una invitación a (…) llevar una vida que demuestre que el servicio público es sinónimo de honestidad y justicia, y antónimo de cualquier forma de corrupción”, sostuvo el pontífice en presencia del mandatario anfitrión, Juan Carlos Varela, y diplomáticos.
La corrupción es una de las prácticas que carcomen a América Latina y minan la confianza en la democracia, según expertos.
Uno de los escándalos que más ha golpeado la región es el que involucra a la multinacional brasileña Odebrecht con políticos y empresarios.
La compañía reconoció haber dado sobornos por 778 millones de dólares entre 2011 y 2015 en Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela.
También el país que recibe al papa fue epicentro en 2016 del llamado caso “Papeles de Panamá”, tras la revelación de documentos que evidenciaban una gigantesca red de evasión de impuestos y corrupción en todo el mundo a través de sociedades opacas creadas por un bufete panameño.
Venezuela: “Esfuerzos para ahorrar sufrimientos”
El papa Francisco apoya “todos los esfuerzos para ahorrar sufrimientos a los venezolanos” tras el recrudecimiento de la crisis, anunció este jueves desde Panamá el portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti.
“El Santo Padre, informado en Panamá de las noticias provenientes de Venezuela, sigue con cercanía el desarrollo de la situación y reza por las víctimas y por todos los Venezolanos. La Santa Sede apoya todos los esfuerzos que permitan ahorrar ulterior sufrimiento a la población”, escribió en una declaración oficial Gisotti.
En sus primeros discursos en Panamá, este jueves, el papa no hizo mención a la crisis venezolana, mientras llamaba a un compromiso contra la corrupción y ofrecía la ayuda de la Iglesia católica para combatir los “miedos y recelos” alrededor de una ola migratoria sin precedentes en América Latina.
En diciembre pasado, en la misa del Urbi et Orbi, Francisco deseó que Venezuela pudiese encontrar “concordia” y que su sociedad trabajara “fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población”.