Sáenz Peña. El sobreseimiento demuestra que la denuncia realizada por la peluquera, esposa de un influyente empresario metalúrgico, «fue una causa armada en su momento y ahora se mostró claramente que no existió ningún tipo de delito» aseguran los abogados de Osurak.
La Justicia confirmó el sobreseimiento de Silvana Osurak en la causa penal iniciada hace dos años por supuesto abuso sexual contra su hija menor. Así lo informaron el abogado penalista Miguel Lukach y la abogada de familia Carina Peche, en declaraciones a radio La Red y otros medios. “La causa donde está involucrada mi cliente, la señora Silvana Osurak, se inició hace ya un tiempo considerable. Se dictó una resolución en virtud al diseño que estableció el Juzgado de Garantía vinculado con el sobreseimiento”, explicó Lukach.
Según detalló, el fallo alcanza a “dos personas que estaban involucradas” y remarca que “fue una causa armada en su momento y ahora se mostró claramente que no existió ningún tipo de delito”. “Desde el punto de vista penal, estoy satisfecho porque he planteado nulidades vinculadas con actos procesales irregulares que llevó adelante la fiscalía. Me hicieron lugar a eso y se dictó el sobreseimiento”, precisó el abogado.
Revinculación impedida

En paralelo, sigue vigente la causa en el fuero de familia que busca concretar la revinculación entre Osurak y su hija, que actualmente se encuentra al cuidado del padre y la abuela paterna. “Ese sobreseimiento es importante porque va a permitir un acercamiento más profundo de la mamá con su hija menor de edad”, señaló Lukach, y añadió: “Es muy probable que, en un tiempo más reducido que largo, le concedan el cuidado personal de la menor, como debió ser desde un comienzo”.
Según indicó, Osurak ya tenía el cuidado personal, pero “por este armado y por este invento vinculado con el delito criminal que se le atribuyó, se limitó ese cuidado personal”.
Por su parte, la abogada de familia Carina Peche sostuvo que “actualmente es más de lo mismo. La familia paterna presenta certificados médicos y cuando la lleva, obstruye continuamente y sistemáticamente el intento de revinculación, que hasta ahora no se pudo concretar”.
“Esto es un padecimiento puntualmente para la nena, pero de parte del papá que lo único que hace, a la par de sus abogadas, es obstaculizar sistemáticamente la revinculación de la hija con la madre”, denunció Peche. “Pierden totalmente de vista el sentido del derecho de familia, que es proteger los derechos del niño. En ningún momento lo protegen”.
La abogada relató que el único encuentro posible fue el Día de la Madre, “pero con el padre, la abuela y la empleada de la casa presentes, no hubo una intimidad entre la mamá y la nena”. Además, describió lo ocurrido en el último intento de revinculación: “La última vez fue el jueves pasado, donde el padre entró de manera violenta a la casa agrediendo porque la mamá la tomó en los brazos, la bajó del vehículo y la sentó a su lado como corresponde, como cualquier mamá lo haría”.
La letrada remarcó que el régimen de comunicación debe cumplirse: “La revinculación tiene que darse, la ley lo dice y el juzgado lo está ordenando”.
En ese sentido, Lukach confirmó que “la familia paterna ya tiene las denuncias porque están cometiendo el delito de impedimento de contacto”. Y agregó: “Cuando se trata de situaciones de minoridad y de proteger los derechos del niño, se trata de proteger las secuelas que esto podría acarrear. La conducta que despliegan el padre y la abuela conlleva a una dificultad muy importante desde el punto de vista espiritual y anímico de la criatura, y eso va a producir secuelas”.
Además, informó que las autoridades judiciales ya aplicaron sanciones: “Se establecieron claramente sanciones concretas para los abogados y para los adultos. Son multas que se aplican y están condenados en todos los expedientes que se llevaron adelante. Además, se llevaron a juicio denuncias vinculadas con la desobediencia, porque restringen, limitan o establecen cortapisas para la revinculación”.
Finalmente, Peche pidió medidas complementarias: “Pedimos que las profesionales se capaciten en el fuero de familia, que el padre haga un tratamiento psicológico y la abuela también debería hacerlo, porque lo único que intentan es confundir a la comunidad y no están protegiendo a la nena».
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