26 abril, 2024

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La protección a Rafecas sigue distanciando a Rozas y Carrio del Gobierno Macrista

Buenos Aires. No apoyará la acusación del senador Ángel Rozas en la Magistratura. Más tensión con Carrió.

El Gobierno desestimará la acusación contra el juez Daniel Rafecas por haber desechado la denuncia del ex fiscal Alberto Nisman a Cristina Kirchner por supuesto encubrimiento a los iraníes condenados de volar la AMIA.

La definición será el 22 de febrero en la Comisión de Acusación y Disciplina del Consejo del Consejo de la Magistratura, donde el juez se defendió el 7 de diciembre del dictamen en su contra presentado por el senador Ángel Rozas.

El radical se basó en denuncias presentadas por los diputados de Cambiemos Elisa Carrió y Waldo Wolff, pero en el Gobierno decidieron sorpresivamente salvar a Rafecas.

«No hay argumentos sólidos en la instrucción y su defensa fue contundente. Podrá haber sanción pero no una destitución», confiaron fuentes de Cambiemos.

El juez alegó que la denuncia de Nisman no tenía sentido porque el memorándum con Irán nunca se aplicó y por lo tanto no pudo servir para encubrir a los ciudadanos de ese país que propiciaron el atentado a la mutual judía.

Lo comparó con el acuerdo entre el fondo de garantías de Anses y Qatar Investment Authority (Quia), celebrado en Doha con la presencia de Gabriela Michetti.

El propio Rafecas la sobreseyó a la vicepresidenta de las denuncias por supuesta defraudación a la administración pública, porque el pacto nunca se llevó a cabo.

No su único único gesto al Gobierno: archivó la causa que se investigaba si Macri benefició a su familia con el aumento de peajes, que le permitió a su empresa familiar, Grupo Socma, multiplicar sus ganancias con la venta de las acciones de Autopistas del Sol SA.

El salvataje a Rafecas erosiona el vínculo de Macri con la UCR, que empezó mal el año por la resistencia de la fuerza centenaria a vender Transener, la empresa mayorista de energía.

Con Rafecas la UCR tiene una revancha histórica, porque procesó a Fernando De la Rúa como responsable del pago de sobornos en el Senado por la reforma laboral de 2000.

Además, la relación de Carrió con el Gobierno no parece reencauzarse. Esta semana amenazó con un juicio político a Germán Garavano por defender a los ex fiscales de la AMIA en la causa por encubrimiento y, no conforme, respaldó a Diego Suñer, el jefe del ejército echado por Oscar Aguad. Ahora se pelearán por Rafecas.

Fuente: LaPoliticaOnline

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