Sáenz Peña. En el marco de la celebración de las Pascuas, el obispo de la localidad de Sáenz Peña, Hugo Bárbaro, dejó un mensaje a la numerosa población que se acercó al evento.
«Revivimos en cada Semana Santa momentos muy importantes para nuestra fe. No se trata de volver a ver una película que ya conocemos; es otra cosa, volvemos a tocar y volvemos a dejarnos llenar del inmenso amor que Dios nos tiene. La idea de un Dios lejano, indiferente a lo que nos sucede, no es cristiana. Tampoco es Dios un recurso mágico para que las cosas salgan a nuestro gusto, aunque Dios sí nos ayuda», señalo.
Recordó que «el Viernes Santo contemplaremos la Pasión y Muerte de Cristo en la Cruz. Se ofreció por lo que merece castigo: nuestros pecados, tanta maldad humana, tanta injusticia. Cristo trajo la comprensión, el perdón de Dios, la ayuda para salir de ese pozo. Abrió las puertas a una vida en Dios que es Padre, a una existencia feliz, santa, aportando mucho bien a nuestro alrededor, avanzando hacia el Cielo para toda la eternidad».
Además continuó con su explicación explicando que «Cristo quiso quedarse como alimento para sostenernos en el camino de la vida, que no es fácil. El mundo cambiaría si pusiéramos en primer lugar ese recurso insuperable de la Eucaristía que nos transforma, ordena nuestra cabeza y nuestro corazón, que nos hace mejores».
«¡Cristo resucitó! ¡Ese Maestro que pasó haciendo el bien era Dios! Cuando se apareció resucitado, lo primero que dijo fue: mi paz les dejo, mi paz les doy. A quien perdonen los pecados le serán perdonados. ¿Más amor que traernos la paz de Dios al corazón? ¿Más amor que el perdón de los pecados, de lo que nos corrompe por dentro?», recordó el Obispo.
Por ultimo dijo que «el mundo está muy revuelto, hay mucho sufrimiento, desorientación, confusión. La solución es dejar meter a Cristo en nuestras vidas, meterlo en el mundo. Y Cristo nos dejó un atajo, una Madre que es su Madre, la Virgen María. Ella nos lleva de la mano, nos orienta, nos cuida, y nos ayudará en esta Semana Santa a llenarnos de la alegría al tocar una vez más el amor que Dios nos tiene. Que Dios llene de bendiciones a todas las familias. Feliz Pascua».