(*) Obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña – Chaco
Nos inquietan los males que acechan a las familias y en muchos sitios. El egoísmo, la violencia, en definitiva la falta de amor en sus manifestaciones, crecen fácilmente en las personas cuando Dios queda de lado. Así el mal se va metiendo en las estructuras que rodean, con el peligro de llegar a situación tremendamente inhumanas.
Dios es amor, no quiere el mal. La solución de fondo es dejarle espacio en el propio corazón. Así sembraremos el bien, la paz, la alegría; parecerá poco lo que uno puede sumar, pero es mucho porque Dios está detrás.
Con su Muerte en la Cruz Cristo nos abrió las puertas del Cielo. La Vida de Dios comenzó a derramarse abundantemente sobre nosotros y es capaz de purificarnos de todos los males, y de llenarnos de todo lo bueno que procede de Dios. Pero Dios no impone sus dones, espera que libremente lo dejemos entrar, le abramos las puertas del alma.
En estos días de Semana Santa queremos renovar nuestro deseo de dejar que Dios entre a fondo en cada uno, en cada una, que nos purifique, nos sane, nos sostenga. Queremos acompañar a Cristo por el camino de la Cruz, agradecerle una vez más que se haya quedado en la Eucaristía.
El Señor ha resucitado, somos hijos de un Dios que nos quiere infinitamente, que está a nuestro lado. Los Apóstoles se llenaron de alegría cuando vieron a Cristo resucitado. También nos llena de alegría la Pascua, y queremos llevar esa alegría y esa paz a las familias, a toda la sociedad, no queremos que se pierdan esta felicidad.
Felices Pascuas para todos.
Recemos mucho por el Papa Francisco y por sus intenciones. Que Dios los bendiga.
Presidencia Roque Sáenz Peña, 16-IV-2025