Sáenz Peña. oy viernes se realizará la ceremonia donde Federico Ramírez recibirá su ministerio del obispo diocesano, Mons. Hugo Barbaro. tendrá lugar a las 19, en la Catedral de esta jurisdicción chaqueña.
El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña (provincia del Chaco), monseñor Hugo Barbaro, presidirá el viernes 11 de octubre a las 19, en la catedral diocesana, la misa en la que ordenará diácono al joven seminarista Federico Ramírez.
El futuro diácono recordó que su vocación hacia el sacerdocio «comenzó en la peregrinación a Itatí, hace muchos años. Una familia, que más tarde sería mi amiga y acompañante en la fe, me invitó a acompañarla a la peregrinación que hacían a Itatí. Yo fui, los acompañé».
«Hasta ese momento, nunca había ido a la Iglesia. Allá pasó algo especial. Entonces, comenzó mi caminar en la fe, y siempre digo que es un regalo de la Virgen», manifestó.
Federico Ramírez nació en la ciudad de San Roque y es el séptimo de 11 hermanos, hijos de Francisco Ramírez y Tránsita Sosa. Federico siempre vivió en esa ciudad. Cursó sus estudios primarios en la Escuela N° 367 y concluyó sus estudios secundarios en el turno noche de la Escuela Comercial N° 2.
Respecto a su vocación, comentó también que «fue en el trabajo y el servicio en los grupos pastorales de la capilla del barrio donde surgió; además siempre me estuvieron acompañando sacerdotes de la diócesis, porque yo quería profundizar mi vida cristiana». «Así fue creciendo este deseo de entrega y servicio. Entonces, hablando con mis acompañantes, surgió la posibilidad de una vida entregada al servicio de Dios, apoyada en la oración y la Eucaristía diaria», enfatizó.
El futuro diácono ingresó entonces, en su momento, al seminario diocesano Cura Brochero, donde realizó su año propedéutico y los años de estudios filosóficos, mientras que los teológicos los realizó en Roma. «El llamado se fue acentuando con el pasar de los años, ya que no siempre fue todo lindo. Hubo grandes desafíos que se presentaron, como en cualquier camino», subrayó.
De cara a la próxima ordenación, Ramírez se mostró agradecido a Dios y a la comunidad, que siempre lo acompaña con la oración: «Estoy feliz con la ordenación, y la felicidad tiene que ver con la posibilidad de servir a la iglesia donde y como pueda, siempre con la gracia de Dios».
En tanto, recordó su primera peregrinación a Itatí, y comentó que «estos días tuve la posibilidad de visitar la basílica de la Madre de Itatí, en una fecha muy especial para mí. Allí agradecí tanto por lo que hizo en mí y por las oraciones de la gente. También le pedí por mi futuro ministerio, claro», concluyó.