Roma. El joven que fortalece su preparación al sacerdocio participó junto al Papa Francisco, a quien asistió, en Misa por la fiesta de la Virgen de Guadalupe en lo que fue el 491 aniversario de las apariciones de la Emperatriz de América en el Cerro del Tepeyac al indígena San Juan Diego.
Federico Mauricio Ramírez desde hace años camina en la preparación al Orden Sagrado y desde hace algún tiempo esa instancia de preparación lo llevó a Roma donde hoy reside mientras continúa sus estudios formativos. Federico hace años descubrió que «la vocación al sacerdocio es ante todo una llamada amorosa del Señor: Dios siembra en algunos corazones el deseo de ser entregado a Él todo para anunciar a los hombres la salvación».
Ayer en el día de la Virgen de Guadalupe, el Papa Francisco presidió una Misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano, y el joven seminarista saenzpeñense lo asistió. Desde la comunidad del Seminario Diocesano Cura Brochero, donde Federico inició su camino, piden acompañar a quienes están en formación mediante la oración, entendiendo que orar por las vocaciones es orar por todos los seres humanos, para que descubran el llamado de Dios y respondan favorablemente, aceptando la elección de vida que Dios ha dispuesto para cada uno.
La Misa por Guadalupe
El Papa Francisco presidió una Misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano donde aseguró que la Virgen “nos suplica que le permitamos ser nuestra madre y que abramos nuestra vida a su Hijo Jesús”.
Durante su homilía, el Papa Francisco aseguró que “Dios conduce la historia de la humanidad en todo momento, nada queda fuera de su poder, que es ternura y amor providente”.
Recordó que nuestra Señora de Guadalupe llegó a las benditas tierras de América “para consolar y atender las necesidades de los más pequeños, sin excluir a nadie, para arroparlos como madre solícita con su presencia, su amor y su consuelo”. “Es nuestra madre mestiza”, añadió.
Para el Papa Francisco, durante este tiempo “el Señor, a través de la Virgen Madre, sigue dándonos a su Hijo, que nos llama a la fraternidad, a dejar de lado el egoísmo, la indiferencia y el antagonismo”.