25 noviembre, 2024

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Que hay que saber sobre nuestra economía hasta el próximo 10 de diciembre

Buenos Aires. La suba del dólar y del riesgo país, el nivel de depósitos y reservas, y las tasas de interés son algunas de las variables centrales que van a condicionar la política económica del próximo Gobierno.

El resultado de las elecciones primarias del 11 de agosto cambió la balanza de poder en la Argentina, al punto que las medidas impulsadas por el Gobierno de Mauricio Macri carecieron de fuerza suficiente al no contar con la contraparte de un respaldo explícito de Alberto Fernández, el candidato del Frente de Todos, quien cuenta con mayor respaldo de votos para adjudicarse las elecciones presidenciales de octubre.

En las tres semanas transcurridas desde las PASO el panorama económico viró por completo, debido a que los agentes que actúan en el mercado financiero empezaron a considerar el efecto de un cambio de gobierno el 10 diciembre, con un sesgo político muy diferente al actual y similar al de 2015.

Hay nueve variables financieras cuya evolución tomó una acelerada dinámica desde los comicios del 11 de agosto y que será obligado seguir de cerca hasta fin de año, una vez que el Gobierno elegido empiece a anunciar su plan económico con vistas a los próximos cuatro años y no ya los próximos cuatro meses.

1 – Tipo de cambio

Luego de las PASO el valor del dólar saltó 30%, hasta la zona de los 60 pesos. En cierto modo, el mercado de cambios asimiló la percepción que tiene Alberto Fernández, el candidato ganador, quien manifestó que a este nivel «está bien, es un valor razonable».

Desde que empezó 2019 el dólar acumula un ascenso de 55,8%, con lo cual, le está sacando unos 20 puntos de ventaja a la inflación del período. De todos modos, la devaluación de agosto va a impactar en el nivel de precios mayoristas y minoristas, por cuanto esta pulseada entre inflación y tipo de cambio va a seguir firme hasta fin de año.

2 – Reservas del Banco Central

Los activos de la entidad acusan el impacto del pago de duda en moneda extranjera, la dilación del FMI para efectuar un nuevo desembolso por USD 5.400 millones y la merma en depósitos. Desde las PASO la reservas retroceden 18,4% o USD 12.211 millones al nivel más bajo de 2019, en USD 54.098 millones, según datos provisorios.

Como estos dólares son el respaldo de los pesos en circulación y también muestra de la solvencia para pagar deuda externa, su evolución es un indicador central para determinar futuras medidas de gobierno. El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, expresó que «las reservas están para usarse; si no, en lugar de un colchón, son un lecho de piedra».

En ocho meses de 2019 la caída de reservas alcanza los USD 11.698 millones (-17,8%) , desde los USD 65.796 millones en que cerraron el año pasado. Para detectar salidas de divisas de semejante magnitud hay que retrotraerse a 2013, cuando el «cepo» cambiario de Cristina Kirchner hacía estragos en el balance del BCRA. A lo largo de aquel año los activos restaron USD 12.691 millones (-29,3%), de USD 43.290 millones a USD 30.599 millones.

La pérdida más grande de reservas fue la de 2001, el último año del régimen de convertibilidad durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Las reservas del BCRA descendieron USD 19.002 millones, desde los USD 34.234 millones del cierre de 2000 a los USD 15.232 millones del 31 de diciembre de 2001.

3 – Depósitos en dólares

Relacionado a lo anterior, la desconfianza de los ahorristas sobre un eventual control de cambios en el futuro movilizó la salida de depósitos en dólares del sector privado. Éstos caen desde niveles récord, pero ya de forma perceptible.

Si bien es un escenario lejano, el mercado financiero teme una eventual «corrida» bancaria como la que ocurrió en 2001, cuando la salida de depósitos y la falta de crédito externo llevó a un «corralito» en 2001 y a una pesificación asimétrica de los fondos en dólares en los bancos en 2002.

En las tres semanas posteriores a las PASO los depósitos en dólares del sector privado disminuyeron 10,3%, desde los USD 32.500 millones del 9 de agosto hasta los USD 29.145 millones del 26 de agosto. Sin embargo, hay que destacar que el ritmo de salida de depósitos se redujo de los USD 400 millones de las primeras jornadas post PASO a USD 200 millones diarios hacia fin de mes.

4 – Depósitos en pesos

El sostenimiento del nivel de depósitos a plazo fijo del sector privado en pesoses fundamental para determinar la confianza de los ahorristas y empresas en la moneda local. Cuando se desarman las inversiones a plazo, es factible que aumente la demanda de divisas y genere fuertes presiones devaluatorias.

En ese aspecto, la baja de los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado (excluidos los ajustables por CER o UVA) fue de poca magnitud, un 2,8% en dos semanas, desde los $1.267.687 millones ($1,27 billón) del 9 de agosto a los $1.231.860 millones ($1,23 billón).

La mayoría de los plazos fijos está pactado a 60 días o menos y vencerán antes de las elecciones del 27 de octubre. Por eso, su nivel refleja tanto la confianza del ahorrista en el actual gobierno, como en el próximo si Macri no es reelecto.

5 – Tasa de Leliq

El sostén de los depósitos a plazo fijo en bancos es la tasa de política monetaria de las Letras de Liquidez (Leliq) del Banco Central: cuando éstas suben, se transmite el alza a los rendimientos que los bancos ofrecen a sus depositantes.

Esto se da sencillamente porque los pesos que los bancos toman de ahorristas y empresas son, a la vez, colocados en los instrumentos de deuda del Central. Hoy las Leliq rinden un 83% anual, una tasa que aún parece sacar ventaja a la inflación esperada para los próximos doce meses, aunque llega a los depositantes en un rango sensiblemente menor, del 55 al 59 por ciento.

6 – Deuda pública

Entre tantos datos negativos, la crisis financiera que se desató tras la derrota del oficialismo habilitó un cambio positivo: una notoria reducción del stock de Leliq, un pasivo remunerado que por su alta tasa de interés socava el equilibrio del balance del BCRA.

El total de esta deuda cayó de los $1.288.868 millones ($1,3 billón) a $1.038.678 millones ($1 billón), un 19% en dos semanas. Medido en dólares, el stock de Leliq se desplomó un 38,7%, del equivalente a USD 28.483,3 millones el 9 de agosto a USD 17.453,8 millones el 30 de agosto.

Ese descenso del pasivo del Central por el equivalente a USD 11.029,5 millones compensa la pérdida de reservas en el período, por un monto similar.

7 – Base monetaria

La meta de crecimiento «nulo» de la Base Monetaria comprometida por el BCRA con el FMI fue una de las primeras víctimas de la crisis financiera post-PASO. La entidad que preside Guido Sandleris incumplió en agosto este objetivo de mantener en torno a $1,3 billón la cantidad de dinero con la que funciona la economía.

Haber superado esta meta implica que hay un excedente de liquidez que podría influir en la suba de precios de bienes y servicios, por una mayor demanda, o bien en un nuevo salto cambiario, por la creciente compra de divisas a manos de particulares.

Según datos del economista Alejandro Rodríguez, por la venta de divisas efectuada por el Banco Central en el mercado de cambios, la meta de Base Monetaria disminuyó a $1.328.700 millones ($1,33 billón) el pasado 29 de agosto, frente a un promedio acumulado del mes de $1.349.000 millones ($1,35 billón).

8 – Riesgo país

La banca JP Morgan calcula con este indicador el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU -un activo seguro y de referencia mundial- con las emisiones soberanas de países emergentes, entre ellos la Argentina, para mensurar su capacidad crediticia y solvencia.

El Riesgo País de Argentina se multiplicó por tres desde las PASO, al nivel más alto desde junio de 2005, es como un reflejo de desconfianza sobre la voluntad de pago de una futura gestión presidencial del Frente de Todos, la fórmula ampliamente ganadora, y también sobre la posibilidad de cumplir con los vencimientos más allá del auxilio del FMI.

Desde los 860 puntos básicos del 9 de agosto, escaló a 2.533 unidades el viernes, con un alza acumulada de 194 por ciento. Con bonos del Tesoro de los EEUU que a 10 años rinden 1,5% anual (150 puntos básicos), una emisión soberana de Argentina con la misma duración debería aceptar el pago de una tasa de retorno exorbitante, de un 40% anual en dólares, prohibitiva para el país.

9 – Merval en dólares

La baja de las cotizaciones de las acciones muestra el retroceso de la actividadeconómica en la Argentina, con dos años recesivos, y la magra expectativa de futuras ganancias en un entorno macroeconómico que va a seguir complicado.

El índice S&P Merval de acciones líderes de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) alcanza los 24.608 puntos, debajo de los 26.754 puntos del 27 de agosto del año pasado. Es decir que medido en pesos resignó un 8%, frente a una inflación estimada en 55% en el último año.

Medido en dólares, el Merval recortó un 40% de su valor en el último año, como también se observa en la pérdida promedio que experimentaron los ADR de compañías argentinas que se negocian en Wall Street.

Desde las PASO, el Merval sumo una cuantiosa pérdida de 44,5% en pesos y de 57,8% en dólares en dos semanas, para sumirse en los precios más bajos desde julio de 2009, hace más de diez años, medido en moneda «dura».

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