26 abril, 2024

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El portal de periodismo de Sáenz Peña, Chaco

Se cumplirán 9 años de aquel pensamiento «primitivo» que mancho la Uncaus

Sáenz Peña. Lectores nos recuerdan el hecho ocurrido en 2009, que puso a la recientemente nacida Uncaus en un bochorno nacional.

El entonces presidente del Centro de Estudiantes creyó que era impune a todo, que el establishment protegería semejante barbarie por tratarse de un militante fiel, pagado para «hacer sin preguntar» y que creía que tenía licencia para todo de manera impune y que podría poner en ridículos a quienes trabajaron incansablemente para tener una Institución que,como en el presente,crece sin techo y solo conoce de reconocimientos.

El lamentable episodio ocurrió entre el 20 y la madrugada del 21 de septiembre de 2009, y medios nacionales se hicieron eco de la noticias que terminó siendo un golpe bajo al esfuerzo puesto de manifiesto por muchos para que los chaqueños tengan universidad propia. felizmente el trabajo de la Uncaus siguió su camino y la sociedad acompañó su crecimiento, aunque los archivos siguen ahi, mostrando las andanzas del primate que creyó tener licencia para todo, y al día de hoy sigue insultando a sectores de la prensa por exponer sus dotes y sus de 103 kilos de puros músculos y sensualidad.

En ese tiempo el Centro de Estudiantes reaccionó con una cortina de humo, expulsándolo «angaú» de sus filas, aunque la Universidad tuvo un acto piadoso y no  tomó ninguna medida disciplinaria. Hay quienes dice que continuó en calidad de alumno pero se le interrumpió el contrato de servicios que tenía en la Universidad, aunque de eso nunca se dijo una palabra.

En la Universidad sus autoridades señalaban esos días sobre la fiestita descontrolada: «es un hecho repudiable, porque estamos hablando de una casa de altos estudios. Sin duda alguna, los organizadores no han sabido ponerse a la altura correspondiente».

La secuencia fotográfica que se conociera aquella vez, y que aún hoy se encuentran en la red y en los archivos nacionales, muestra a un grupo de personas que disfrutan desinhibidas de lo que en apariencia es un espectáculo de stripper protagonizando por ellos mismos, entre los que se encontraba el entonces presidente del Centro de Estudiantes, un desaforado hombre «primitivo» que luciendo un slip blanco y danzaba ¿sensualmente?.

A tantos años de ese suceso vergonzoso y lamentable realizado a partir de creer que la impunidad todo lo puede, el descerebrado militante pago se dedicó a perseguir a sectores de la prensa que hicieron publica su capacidad para hacer el ridículo, incluso amenazando gente e insultándola por la calle.

 

 

 

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