Sáenz Peña. Desde el 2 de enero al 15 un grupo de casi 100 fieles de distintas localidades de la diócesis de San Roque participaron de la 25º Misión diocesana. Acompañó los primeros días Monseñor Gustavo Alejandro Montini, recientemente nombrado obispo de Santo Tomé, Corrientes.
Bajo el lema: “Anunciamos a Jesús Misericordiando”, los misioneros en su mayoría jóvenes, arribaron a la sede parroquial de San Antonio de Padua de Villa Río Bermejito; localidad lindante con la provincia de Formosa, a casi 200 kilómetros de la sede de la diócesis. Desde allí, se movilizaron hasta los distintos puestos de misión, algunos a más de 100 kilómetros de sede parroquial.
Monseñor Montini saludó a los misioneros y guió un momento de oración; seguidamente presidió la Misa de envío a los respectivos puestos de Misión. En la homilía, siguiendo el evangelio del día, destacó la figura de Juan el Bautista. Hombre sencillo, de oración y con una Misión, sabe preparar el camino para que la gente se encuentre con Jesús. En la misma línea, todo bautizado, particularmente los que se dirigen a misionar, no deben pretender otro objetivo que ayudar, con sus talentos y entrega, que las personas que se visiten, las familias, tengan un encuentro con Jesús que se hizo hombre en la Navidad.
Durante los días de Misión se puedo visitar los parajes de Santa Carmen, El Milagro, Fortín Lavalle, La Cangayé, Los Manantiales, el Palmar y la localidad de El Espinillo. Los misioneros visitaban a cada una de las familias, impartían una breve catequesis e invitaban a un momento de oración en torno a las imágenes sagradas que se veneran en cada hogar. El centro de la reflexión y meditación fueron las parábolas del Hijo Pródigo y del Buen Samaritano, en sintonía con las catequesis del papa Francisco que invita a la Iglesia a salir al encuentro de los demás, y abrir las puertas de la reconciliación y el encuentro de las personas con la misericordia de Dios.
En los centros misionales, los misioneros invitaban a las familias todas las tardes a recibir catequesis orientadas en tres ámbitos: niños, jóvenes y adultos. También en determinados días tuvo lugar la celebración de la Santa Misa, con un tiempo previo para la confesión y adoración eucarística; también se celebraron varios bautismos. Se destacaron las solemnidades de la Epifanía del Señor y el Bautismo de Jesús.
El párroco de Villa Río Bermejito, padre Fabián Pintos, agradeció la presencia de los misioneros y destacó que la comunidad los espera nuevamente el próximo verano. Por su parte, el padre Rubén Pérez, Animador Diocesano de la Misión, agradeció al padre Fabián y a los fieles de esa parroquia por todos los detalles de atención que han tenido, además invitó a todos los misioneros a seguir siendo parte de esta Misión que dio sus primeros pasos hace 25 años.
Esta experiencia misionera dio sus primeros pasos cuando el padre Fernando Martín Croxatto, actual obispo auxiliar de Comodoro Rivadavia, junto a un grupo de fieles, animó a visitar el Impenetrable chaqueño de forma permanente cada verano. De esta manera, en el transcurso de estos años, se llegó a numerosos parajes y localidades. Esta amplia zona del norte chaqueño se denominada El Impenetrable por sus grandes extensiones de montes y el acceso es por caminos precarios y todos de tierra; además se encuentra alejada de las grandes ciudades con una marcada carencia de recursos básicos. El territorio está habitado por los denominados “criollos” provenientes mayormente de la provincia de Salta y Santiago del Estero y una amplia presencia de aborígenes de las etnias Wichí y Qom.