Resistencia. El sitio político ChM hizo el interrogante ¿Aída Ayala quiere quedarse en el Congreso por los fueros para no ir presa? Repasó las causas por las que la Justicia la investiga y los juicios por corrupción que debe afrontar.
La dirigente política, proveniente del partido del gobernador de facto Ruíz Palacios, es candidata nuevamente pese a que su actual partido impulsa una ley de ficha limpia. Ayala se victimizó varias veces acusando a dirigentes de la UCR de proscribirla, pero ciertamente está procesada y enfrenta juicios por corrupción.
Ayala, proveniente de Acción Chaqueña, que en una alianza con Angel Rozas fue presidenta del Concejo secundando al ultrarozista Benicio Szymula, trampolín necesario para ser Intendenta luego, por lo que tuvo que afiliarse al Radicalismo, es hoy nuevamente candidata a diputada nacional en segundo lugar. Ayala fue parte del Gobierno de Mauricio Macri como Secretaria de Municipios, cargo que le valió las sospechas que llevaron a investigarla y enjuiciarla por corrupción. Y desde ese cargo en Buenos Aires buscó ser nominada a «dedo», esta vez por Macri como antes la bendijo Rozas, para ser diputada nacional desde 2017. En la actualidad la ex intendenta, que en representación del MacrismoUcerreísta fue candidata a gobernadora y perdió, hoy busca quedarse en el Congreso y es propuesta por Juntos por Chaco + Evolución, el espacio interno de la UCR impulsado por el NEA de la misma Ayala, Somos Parte de Roy Nikisch, Gerardo Cipolini y Alicia Azula, y Evolución el novel espacio que tiene como referente a Bruno Cipolini, quien tiene el bastión radical más deseoso por todos.
Envuelta en denuncias y juicios
Según se puede ver en distintas publicaciones, incluso en Wikipedia de Google, en abril de 2018 la Justicia solicitó a la Cámara de Diputados el desafuero de Ayala, para detenerla en el marco de la causa donde está procesada por lavado de activos a través de la empresa de recolección de residuos Pimp S.A.,(por $269 millones de cuando era intendenta) empresa que salpicó a muchos y generó la detención del histórico dirigente municipal Jacinto Sampayo, su hijo Facundo y la esposa Mónica Centurión, y allanamientos a la Fundación Construir que presidía Ayala.
Esa causa fue vinculada a Alejandro Fischer, publicista de Ayala, uno de los socios de Pimp y apoderado de la Fundación Construir (creada por Ayala), y a un ex yerno de la ex intendente.
Sin embargó la actual diputada nacional que busca su reelección se negó a ser detenida escudándose en los fueros parlamentarios. El fiscal federal Patricio Sabadini investigó si Ayala forma parte de una asociación ilícita para lavar de dinero, evadir impuestos y enriquecerse de manera ilícita. El Macrismo la blindo y buscó no tratar el desafuero de Aída Ayala.
Entre las denuncias que le caben la gestión de Juan Bacileff Ivanoff, buscando lavarse las manos por una represión ordenada, la denunció por sedición al considerar que dio soporte a grupos que llegaron a Resistencia a manifestarse; estos grupos estaban armados y la marcha terminó con graves episodios de violencia.
Y también un empleado municipal la denunció a Aída Ayala por “discriminación laboral por causas políticas”.
Además del juicio que enfrenta por la denominada causa Pimp SA, Aída Ayala fue enviada a jucio por la jueza Niremperger por un expediente en la que está acusada de haber firmado en 2016 como Secretaria de Asuntos Municipales, un convenio con el municipio de Quitilipi, en Chaco, para la compra de herramientas y maquinarias, en el que se pagaron sobreprecios. En esa instancia será juzgada por el delito de fraude en perjuicio de la administración pública, en tanto que en la otra, que también fue elevada a juicio, está acusada de los delitos de lavado de dinero, asociación ilícita, negociaciones incompatibles con la función pública, enriquecimiento ilícito, fraude en perjuicio de la administración pública e incumplimiento de deberes de funcionario público.