28 marzo, 2024

Opción de Noticias

El portal de periodismo de Sáenz Peña, Chaco

Boca fue eliminado por Patronato en los penales y es finalista

Buenos Aires. La final impensada de la Copa Argentina 2022 la jugarán el próximo domingo Patronato y Talleres, luego de que este miércoles por la noche el conjunto entrerriano, descendido a la Primera Nacional, superó por 3 a 2 en la tanda de penales nada menos que al reciente campeón de la Liga Profesional, Boca, luego de empatar 1 a 1 en los 90 minutos regulares, con otra heroica tarea de su arquero, Facundo Altamirano, que volvió a atajar tres como en la serie previa ante River.

El desarrollo del primer tiempo entre el ´flamante campeón de la Liga Profesional, Boca, y el recién descendido, Patronato, no desnudó esas realidades, sino otras ligadas exclusivamente con el juego en sí, y en ese aporte los entrerrianos fueron superiores por intensidad e intenciones.

La dinámica no exenta de buen fútbol que propuso durante todo el certamen de la LPF el conjunto dirigido por Facundo Sava, en el que terminó décimo con 40 puntos desarrollando una muy buena campaña que lo exculpó del descenso, algo en lo que cayó por malas temporadas anteriores que excedieron al «Colorado», se hizo extensiva al juego de esta noche.

Y en ese aspecto la superioridad de los entrerrianos se aposentó en una unidad futbolística diferente a la de este Boca de Hugo Ibarra que tuvo los 11 jugadores cambiados respecto del equipo que el ´pasado domingo se consagró campeón de la LPF tras empatar con Independiente.

El argumento del técnico formoseño para modificar en un ciento por ciento la formación titular de un juego a otro se apoyó en el cansancio manifiesto, físico y mental, de los futbolistas que acababan de consagrarse campeones del certamen local.

Claro que esto conllevaba implícito un riesgo, más allá de que muchos de ellos, sobre todo los componentes de la media cancha, Cristian Medina, Esteban Rolón y Martín Payero, ya habían jugado juntos en el cotejo anterior de esta Copa Argentina que le ganaron a Quilmes.

Pero en los últimos antecedentes y ya del lado de Patronato, los últimos pasos ante los dos más grandes del fútbol argentino, River, al que eliminó por penales en la instancia previa de esta Copa Argentina, y el propio Boca, al que avasalló por 3 a 0 en Paraná por la LPF, animaban también a los rojinegros entrerrianos a ir por todo sin importar la instancia ni la camiseta que tenían enfrente.

Y de tanto ir y buscar, este Patronato que es «picante» en ataque (marcó 31 goles en el campeonato de la Liga Profesional) llegó al gol, merecido a esa altura, a través del potente delantero Marcelo Estigarribia, apenas superada la media hora de partido, que en un pique largo le ganó con el cuerpo al endeble Facundo Roncaglia.

Desde entonces y hasta la conclusión del primer tiempo las características del partido no se modificaron por la plausible actitud de Patronato, que pese a la ventaja siguió yendo por más ante un Boca inconexo y sin ideas.

Sin embargo en el arranque del complemento Sava vio cosas que no le cerraban del todo y realizó dos variantes de movida, tocando el cincuenta por ciento de la línea de cuatro defensiva, que fue toda su ala izquierda, con las salidas de los amonestados Juan Cruz Guasone y Lucas Kruspzky.

Lo de Boca, en tanto, con los 11 del comienzo, trató de mostrar otra cara y buscó atacar con más ímpetu, tratando de aprovechar especialmente a un Sebastián Villa que había quedado muy aislado en la etapa inicial.

El colombiano se fue desde la izquierda del ataque boquense, donde no había podido con la efectiva marca de Raúl Lozano, hacia el medio, y desde allí entró un poco más en contacto con el balón.

Y su jerarquía terminó haciendo el resto cuando poco antes de la media hora enganchó dentro del área del «Patrón» y fue derribado por el capitán Carlos Quintana, generándose el consecuente tiro penal que el propio Villa transformó en el empate rematando a la izquierda de Facundo Altamirano, que se arrojó hacia su derecha.

A partir de allí el desarrolló se volvió más friccionado, porque los jugadores de Patronato fueron con mucha vehemencia a cada pelota dividida, obligando al árbitro Yael Falcón Pérez a amonestar a ocho de ellos contra ninguno del «xeneize».

Y en el final Patronato volvió a ser el del comienzo, el del primer tiempo, apretando a Boca contra Javier García y provocando un par de tiros libres desde los costados del área auriazul que generaron riesgo cierto para el campeón de la LPF.

Pero ya nada iba a modificarse y la historia se iba a dirimir definitivamente desde los 12 pasos, en la primera experiencia de Boca en este torneo y la segunda de Patronato después de la mencionada frente a River.

Y en esta instancia Patronato tiene a un gigante del arco como el ex Banfield, Facundo Altamirano, que ante River había contenido tres penales en la serie de penales y hoy repitió en igual cantidad, aunque frente a los «millonarios» había atajado otro durante los 90 minutos.

De esta manera Patronato repitió lo de Gimnasia y Esgrima La Plata en 2018, cuando eliminó sucesivamente a River y Boca para llegar a la final que luego perdió con Rosario Central.

Pero ahora Patronato tendrá la posibilidad de agrandar su historia, ya que si el domingo en Mendoza vence a Talleres, de Córdoba, que este miércoles dejó en el camino a Banfield, se habrá clasificado nada más y nada menos que a la Copa Libertadores 2023, aunque el año próximo deba militar en la Primera Nacional.

Y esta final tendrá un hecho inédito, ya que la protagonizarán por primera vez dos equipos del interior del país.

Compartir
Opción de Noticias