18 abril, 2024

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Capitanich con Fontevecchia: mencionó a Massa como candidato del espacio y habló de ballotage

Buenos Aires. El gobernador de Chaco analizó las posibles estrategias del Gobierno para las próximas elecciones y sus chances políticas en este año. El rol de Sergio Massa. «El ministro de Economía podría ser nuestro candidato a presidente», dijo.

Jorge Capitanich, gobernador chaqueño, destacó que las candidaturas del Frente de Todos deberían definirse en las PASO. “Si el Presidente tiene la voluntad de ir por la reelección, ningún ministro ni representante del espacio debería competir”, afirmó.

Jorge Fontevecchia- Ayer Lula hizo un guiño a la reelección de Alberto Fernández, dijo que le gustaría que fuera reelecto, y suspendió su visita al Senado con Cristina Kirchner. ¿Cómo impacta esto en el Frente de Todos?

Jorge Milton Capitanich – Es necesario generar un acuerdo programático, lo que implica un consenso respecto a la metodología de integración de equipos para que, quien efectivamente forme parte de la fórmula, tenga un basamento desde el punto de vista de lo que hay que hacer y cómo resolver los problemas.

Para mí, la República Argentina, tiene, por lo menos, cuatro restricciones que requieren capacidad para ser superadas.

La primera, una restricción de orden institucional o constitucional, que requiere un debate respecto a la organización del sistema judicial y su funcionamiento, a la integración de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, a los mecanismos de representación equilibrada del Consejo de la Magistratura, y a la periodicidad en los mandatos de los jueces.

Creo que son temas en los que debemos intentar tener consenso. Cuando aparezcan diferencias políticas sustanciales, grietas, o contradicciones aparentemente insuperables, existen dos maneras distintas de resolverlas: o por la imposición de una hegemonía por sobre la otra, o por un esfuerzo extremo en el consensualismo.

Otra restricción importante es la energética. Argentina tiene que tener capacidad de autoabastecimiento energético. Retribuir un precio por megavatio que luzca a reducir el sistema de financiamiento, vía subsidio, para que llegue la energía a buen precio a los usuarios, y a su vez para resolver los problemas de estabilidad fiscal.

Pero eso implica realizar inversiones de diez mil millones de dólares en los próximos tres años, que tengan que ver con potenciar la energía solar en el norte, la energía eólica del sur, el hidrógeno verde, más el gas y petróleo de Vaca Muerta.

Eso va a permitir sustituir la energía que se importa y, en segundo lugar, generar la capacidad para generar divisas vía inversión extranjera directa, oferta exportable, y también reducir el costo energético. La restricción energética hoy afecta sustancialmente la prosperidad fiscal y la estructura de precios relativos de la economía.

Tercer tema, la restricción logística. Argentina tiene que configurarse en un nuevo mapa de integración geopolítica, por lo tanto, el corredor bioceánico norte, el centro del patagónico más elevado para Paraguay, y todo lo que significa el esquema de ruta 40, desde el punto de vista de la integración de los pasos fronterizos con Chile, para unir, en una visión estratégica, del Atlántico al Pacífico, es clave, y se resuelve con una perspectiva plurianual.

Por último, pero no menos importante, Argentina no puede funcionar sin un régimen monetario que promueva estabilidad macroeconómica, lo que significa sostenibilidad de una regla fiscal que tienda al equilibrio monetario.

Estamos ante un escenario en el que se requiere, de un modo ineludible, un acuerdo programático, porque la repetición de candidaturas sin anclaje, sin perspectiva de conjunto hacia la sociedad, puede inducir a fallos.

JF- En reportajes anteriores mencionabas que sería hora de que un gobernador pudiera ser candidato a presidente representando al peronismo. ¿Quiénes serían para vos los presidenciables adecuados?

JMC- Eso me parece que requiere un poco más de densidad en el debate. Cristina Kirchner es la principal referente de nuestro espacio, y ha fijado una posición política pública de no ser candidata. Considerando que esta posición se mantenga, quienes se han presentado como opción, son efectivamente representantes del Gobierno.

Observamos que el Presidente no declina su postulación a la reelección. Por otro lado, su jefe de Gabinete también manifiesta intenciones. El ministro de Economía podría ser nuestro candidato a presidente, aunque no dijo nada.

No me parece razonable pensar que en el Frente de Todos haya tres candidatos, en unas primarias, que pertenezcan al Gobierno. Eso es una primera definición.

JF- Massa dijo que, si se presenta el Presidente, él no se presentaría. ¿Puede ser que dos de esos tres candidatos se auto excluyan?

JMC- El espacio de representación del Gobierno debe quedar solamente para una persona. Esto significa que, si el Presidente tiene la voluntad de ir por la reelección, ningún ministro ni representante del espacio debería competir, porque se supone que el espacio de referencia interno lo representa el Presidente.

JF- Entonces tendríamos un único candidato como representante del actual gobierno dentro del Frente de Todos.

JMC- Eso podría ser. En segundo lugar, si tenemos que hacer una evaluación objetiva de los gobernadores, no hay un primus inter pares. Yo no hablaría de un colectivo, no hay suficiente cohesión política.

Sería deseable, porque expresaría un modelo federal en la concepción estratégica del país, y formaría parte de un debate estratégico en Argentina.

Lo cierto es que aquí tenemos que cumplir la excepción que confirma la regla con respecto al predicamento papal de que el “tiempo es superior al espacio”, porque hoy el tiempo es un factor limitante, se convierte en un factor de riesgo desde el punto de vista de la construcción política.

Hoy no está claro que desde el espacio de los gobernadores encontremos una candidatura para competir en las primarias. Sería una variante, pero hoy no está definida.

JF- ¿Hay algún candidato que represente a la vicepresidenta que tenga potencial competitivo?

JMC- Hoy es un escenario abierto. Depende del apoyo concreto o no que surja de Cristina, y de la capacidad de integración del propio espacio. También puede ocurrir el efecto de Nueva Zelanda.

JF- ¿Eso significa que, por ejemplo, el Presidente diga, bueno, “mi candidato es el ministro de economía y yo me corro”?

JMC- Esta es una opción. La segunda opción es decir “yo no dejo a nadie, pero soy el conductor, como presidente del partido, y de la República, logro articular vertientes competitivas que nos permitan lograr un candidato que surja a partir de la voluntad popular para expresarnos en las próximas elecciones.

Y eso puede ocurrir, porque el Frente de Todos es “unidad en la diversidad”. En el Frente de Todos tenés sectores más ortodoxos y más heterodoxos, sectores más conservadores y más revolucionarios, más kirchneristas y menos kirchneristas. Tenés una amplia gama de expresiones dentro de un movimiento que es dinámico y cambiante.

Lo que sí queda claro es que, a mayor dilación del tiempo, menor es la capacidad de influir en el diseño de la arquitectura política para definir candidatos.

JF- ¿Te pareció relevante esa reunión del gobernador de San Luis, Rodríguez Saá, con el gobernador de Córdoba? ¿Creés que puede haber una candidatura peronista de gobernadores por fuera del Frente de Todos?

JMC- La política, en la República Argentina, se ha configurado de la siguiente manera: primero tiene un vector ideológico, un vector territorial geográfico, y un vector político de expectativas. El Frente de Todos tiene una composición geográfica territorial que va del norte grande, al conurbano bonaerense, al conglomerado esté más pobre del centro, al sur.

Eso conforma el voto geográfico de base territorial con inducción ideológica y expectativas de movilidad social ascendente. Ese sería el mapa que caracteriza al Frente de Todos en la política.

Dicho esto, estoy absolutamente convencido que la próxima elección se define en tres etapas. Primero en las primarias, que es una elección distinta a las generales, y hoy no observo ninguna facilidad para que un candidato gane en primera vuelta. Por lo tanto, habrá balotaje, entonces habrá tres elecciones distintas. Al final de cuentas, esto se polariza. La tercera vía se va desgranando con el transcurso de las elecciones.

JF- ¿Lo mismo ves para los libertarios, para el fenómeno Milei?

JMC- Sí. Aunque nadie puede decir que su tesis es incontrastable, uno puede equivocarse en la apreciación.

Pero la historia Argentina, y sobre todo, 39 años de democracia de carácter ininterrumpido, han determinado la capacidad de observar que, desde un bipartidismo clásico en el año 1983, hasta estas dos coaliciones opositoras que existen hoy, finalmente el asunto se define en una contradicción principal.

JF- ¿Y vos, personalmente, qué rol vas a jugar?

JMC- El primer desafío que tengo es el compromiso con mi provincia por la reelección. Pero no quiero sustraerme del debate nacional.

Creo que es necesario expresar una visión de carácter federal y cómo resolver los problemas estructurales del país. En virtud de formación y experiencia, creo que uno puede aportar en el debate.

Nadie es dueño de la verdad, y hay que ser extremadamente humilde desde el punto de vista analítico, conceptual, metodológico. Nadie puede ser tan soberbio de decir que los problemas del país o del mundo se arreglan en dos minutos. Pero sí creo que, con mucha humildad, uno puede marcar las contradicciones principales y las metodologías para la construcción de consensos. Hoy me veo ahí, en ese aporte.

En cualquier configuración de reglas, sea con tres candidatos o con seis candidatos, el Frente de Todos debería lograr, primero, el principio de preservación, de unidad en la diversidad. Segundo, una declaración de principios y un acuerdo programático, y tercero, la construcción de equipos sólidos para garantizar eficiencia en la gestión.

Conclusión, estoy abocado al territorio para las elecciones que tengo el 17 de septiembre, pero mirando con mucha meticulosidad el fenómeno del debate nacional, porque creo que es absolutamente imprescindible hacerlo.

Fuente Perfil

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