Resistencia. Empresarios del sector aseguran que atraviesan el «peor momento» de la última década. En el chaco, ni siquiera se recuperaron los volúmenes de venta de la prepandemia.
La recuperación económica que comenzó a dar sus primeros indicios tras la segunda ola de Covid-19, en el tercer trimestre del año pasado, superadas las restricciones que impuso ese tramo de la emergencia sanitaria, se plasmó de manera disímil y algunos sectores puntuales, como el dedicado a la comercialización de combustibles, buscan alternativas para recuperar la rentabilidad.
En ese marco, con precios congelados por decisión de la administración central desde hace más de siete meses, los empresarios del sector buscan alternativas para superar el trance y, como en otras oportunidades, el «servicio de playa» vuelve a ser una opción considerada viable.
El presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Chaco (Cecach), Oscar Gaona, explicó que la situación, se da en el marco de «muchos aumentos en los costos» que deben afrontar las estaciones de servicio, «principalmente en la parte de las pretensiones salariales con incrementos que están por encima de la inflación», describió.
En ese contexto, remarcó que «realmente es imposible poder cubrir esta estructura de costos y todo lo que implica sostener una estación de servicio».
En el caso del Chaco, las estaciones tampoco han logrado recuperar los volúmenes de venta de la prepandemia, con lo cual la situación se torna más insostenible conforme pasan los días. «La verdad, se fueron barajando muchas alternativas, lo que ocurre es que las estaciones de servicio, a excepción de las YPF tienen la libertad de modificar sus precios de cartel, pero no así las de la petrolera de bandera, lo cual tienen un inconveniente extra», detalló Gaona.
De esa situación en particular, surge la idea de retomar el «servicio de playa», que va por fuera de los carteles de precios y les permitiría poder tener algún tipo de ingreso mayor para el sostenimiento de la estación y cubrir las demandas salariales.
«Esa es la razón por la que se habla de la vuelta de este servicio, no para todas sino para las YPF», dijo.
El polémico cargo extra por «servicio de playa» que fue implementado en el negocio expendedor en la primera década de los años 2000 y se trataba de una especie de canon que se aplicaba sobre el litro de nafta, GNC o gasoil, de aproximadamente 3 %, que funcionaba como un incremento automático de la comisión a cargo de los automovilistas.
Fuente: Norte
