Resistencia. Luego de que se conociera el informe oficial del Comité Sanitario de Emergencia de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña respecto de la ocupación total de camas en el contexto de la pandemia COVID-19, el presidente del bloque de diputados de la UCR, Carim Peche, atribuyó esa realidad al “rotundo fracaso en el manejo de la pandemia y el desmanejo de los recursos públicos por parte del gobernador Jorge Capitanich”.
En esa línea, Peche recordó “la coparticipación creció 80% entre marzo 2020 y 2021, además en 2020 recibieron $2500 millones adicionales de Nación para atender la emergencia sanitaria”. Sin embargo –sostuvo- “el servicio de salud pública provincial sigue tan destrozado como desde hace 13 años, y hoy se refleja en el colapso de camas en Sáenz Peña ya que más del 70% de los pacientes internados son derivados de otras ciudades del interior porque los hospitales de sus localidades no cuentan con los mínimos elementos para brindar atención sanitaria a pacientes COVID-19, siguen vacíos, sin insumos, sin equipamiento, personal precarizado con salarios por debajo de la línea de pobreza, agotado física y sicológicamente”.
Por todo lo mencionado el legislador apuntó contra Capitanich y dijo: “Debería darle vergüenza al gobernador Capitanich disponer de casi $700.000 para comprar huevos de pascua en lugar de direccionar fondos a equipar los hospitales del interior, regularizar la situación laboral y salarial del personal e incorporar más especialistas, realizar muchos más testeos, mas vacunas y todo lo necesario frente a esta segunda ola que ya estamos atravesando con el agravante de las nuevas cepas que, a decir de los especialistas, son más complejas, hoy está colapsada Sáenz Peña, si los contagios siguen creciendo a este ritmo y siguen sin hacer nada no pasará mucho tiempo para que colapse el sistema en su totalidad”.
Se refirió además a la pobreza en la provincia, “Chaco es la provincia con más pobres e indigentes del país, el 65% de los chaqueños se encuentra en esa situación, hablamos de más de 700 mil personas con su sistema inmunológico comprometido por no poder acceder a una alimentación adecuada y por lo tanto con mayor predisposición a contraer enfermedades, entre ellas el virus COVID-19”.