Sáenz Peña. El Obispo de la Diócesis de San Roque de Sáenz Peña emitió un mensaje en torno al Coronavirus, pidió rezar por todos los que en distintos sitios del mundo padecen situaciones muy difíciles.
Reconoció que “gracias a Dios, hasta la fecha no parece que se hayan registrado casos de infectados por el virus COVID-19 en el área que abarca nuestro territorio diocesano”
Se conocen las medidas que van tomando las autoridades civiles quienes evidentemente tienen datos epidemiológicos de nuestro país y de otros, y asesoramiento de profesionales expertos en todos los aspectos como el de la prevención y en del manejo de estas situaciones.
Parece más que oportuna y debemos agradecer la preocupación por prevenir ya que la proliferación de una enfermedad viral como esta puede llegar a ser bastante incontrolable, con consecuencias muy graves, e incluso llegar a colapsar el sistema de salud, cosa que conforme la información de los medios sucede en países con alto nivel de desarrollo por un número de pacientes repentino, simultaneo y desbordante.
No se puede predecir qué sucederá, ¿tendremos casos o no los tendremos en nuestra zona?, pero sí podemos acatar ejemplarmente lo que la autoridad civil señala para su prevención, concretamente el aislamiento posible y las medidas de higiene. A veces a algunos podrá parecer ridículo el aislamiento cuando en su pueblo no hubo ningún caso.
Conviene tener en cuenta que se trata de prevenir, como se hace con las vacunas, intentando que no haya ningún infectado; las consecuencias de un caso en un pueblo podrían ser graves.
Las medidas que han publicado diversos Municipios buscan que la gente se quede en su casa todo lo posible, y que se eviten contactos innecesarios con otras personas; no sabemos si otro puede ser portador estando aún sano. Quedarse en casa exige un sacrificio y ser creativos para aprovechar el tiempo; no parece lógico pasarse el día avivando el pánico a fuerza de solo noticias sobre el coronavirus, no haría bien a nadie. El tiempo en casa puede aprovecharse para leer, estudiar, compartir con los seres queridos, hacer arreglos en la vivienda, etc.
A todos cuesta el aislamiento, de modo particular a los jóvenes. Aunque ellos no estén dentro del rango de público vulnerable salvo que padezcan alguna enfermedad, podrían transmitir el virus a familiares que sí lo están como es el caso de los abuelos.
El tercer Mandamiento de la Ley de Dios manda Santificar las Fiestas, y concretamente el domingo que es el día del Señor, o sea a Él dedicado. La Iglesia concretó esta disposición divina que recibió Moisés, señalando con un Mandamiento de la Iglesia que debemos Oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar. Este mandamiento es ley de la Iglesia que no obliga ante graves incómodos como serían una enfermedad, la invalidez, una distancia excesiva del Templo, etc. En este marco entrarían las disposiciones de la autoridad civil cuando prohíbe por el bien de la población las reuniones que convoquen gente. Estas medidas son transitorias, Dios quiera que en poco tiempo se controle la enfermedad y podamos volver a la normalidad. Donde no se hayan prohibido las reuniones de gente, el público vulnerable como los mayores de 65 años podría considerarse también dentro de un grave incómodo (contagiarse sería grave) y por tanto convendrá que eviten la asistencia a la Santa Misa estas semanas.
Evidentemente no poder asistir a la Santa Misa supone para un católico privarse de algo muy importante para su vida. No es lo mismo asistir a la Misa estando presente en la renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz que escucharla por la radio, la Televisión o por las redes sociales. Sin embargo, en las circunstancias que vivimos que exigen privarse de la asistencia personal al Templo, estos recursos que ofrecen los medios de comunicación pueden ser ocasión para amar más la Santa Misa, para intentar vivirla de ese modo con piedad, y para aprender a valorarla más. Sabrán encontrarla con facilidad en los medios, incluso en la TV pública nacional. Además, diariamente www.vaticannews.va transmite la Misa de los días de semana del Papa Francisco, con la homilía traducida al castellano, y se puede buscar a cualquier hora del día; podemos a la distancia asistir a la Misa del Papa.
Junto a nuestra oración por los demás, tengamos la caridad de llevar serenidad a todos. A nadie hace bien estar solo pendiente de si aparece otro enfermo, no es positivo alarmar con mensajes o constante comentarios sobre esta pandemia. En situaciones difíciles los cristianos debemos ser sembradores de paz, de confianza en Dios, y no de pánico; esto exige mucha oración de nuestra parte.
Hay que cumplir las medidas
Como cristianos debemos ser ejemplares en el cumplimiento de las medidas de prudencia y prevención que señala quien corresponde, en este caso la autoridad civil.
Junto a este sacrificio, busquemos también el modo de ser solidarios; pienso en la ayuda que pueden necesitar personas más vulnerables a esta virosis, ofreciéndose por ejemplo a hacerles las compras que necesitan para que no salgan de sus casas. Será señal de amor fraterno evitar manifestaciones de afecto que suponen una cercanía que se debe evitar sacrificando lo personal sensible, y así tantas otras cosas.
En las parroquias, muchas reuniones podrán tenerse por medios de comunicación; podrán preparar programas de catequesis o de otras pastorales. Si se prologara la situación se podrá facilitar material a los padres para que los chicos puedan estudiarlo con ellos.
Existe mucho material por Internet que puede ayudar a los chicos y a los padres, evitando así el esfuerzo y el retraso que supondría preparar lo necesario en cada parroquia. Con creatividad, en medio del aislamiento, se podría hacer una catequesis a todos los niveles y de diversos temas, incluido con jóvenes, algunas parroquias tienen radio y los entendidos en otros medios de comunicación social encontrarán la manera.
Hablo sobre el dengue
Aprovecho la ocasión para recordar la importancia de la prevención del Dengue, las noticias hablan de 90 casos en el Chaco; se trata de una enfermedad que se lleva vidas o pude limitar la salud futura de quién la padece. Las autoridades sanitarias han señalado medidas para su prevención como el descacharre, evitar reservorios de aguar estancada o combatir los mosquitos. Estar atento a las medidas señaladas es también muestra de solidaridad y preocupación por el bien común.
Nos toca vivir un tiempo más difícil, procuremos que sea de acercamiento a Dios, de mucha oración, en especial a nuestra Madre la Virgen Santísima en este Año Mariano Nacional. En muchas familias podrán rezar juntos el Rosario durante estos días de aislamiento que señalaron ya tantos Municipios.